Nuestros vecinos
Propuesta para una política cultural... 99 El Tratado de Paz y Amistad ha contribuido a fortalecer la amistad y el enten- dimiento entre ambos países. Ha pavimentado el camino de la integración y la cooperación que hemos visto proyectarse en el Mercosur y en la Comunidad Andina. La nueva etapa en las relaciones de ambos gobiernos que se inicia en 1990, con la Declaración de los Presidentes de Chile, Patricio Aylwin y Argentina, Carlos Saúl Menem, en un marco de democracia plena y considerando los vínculos de paz y amistad del tratado de 1984 permite que además de la integración física, económi- ca y energética entre ambos países se creara una Comisión Parlamentaria Conjunta y se inicia el estudio de políticas y estrategias en el ámbito de la seguridad y defensa. Ambos mandatarios están de acuerdo en mantener la paz y seguridad en el conti- nente respetando los acuerdos internacionales vigentes como el Tratado de Tlatelolco sobre eliminación de armas de destrucción masiva. Posteriormente los Presidentes de Chile, Eduardo Frei Ruiz-Tagle y Carlos Menem de Argentina, declaran avanzar en el establecimiento de condiciones de seguridad para hacer de América Latina una zona de paz en el cabal respeto a la democracia y los derechos humanos. En el Mercosur, dos años después, se incluye el compromiso democrático en la Declaración Presidencial que suscriben los presidentes de Argentina, Brasil y Uru- guay en la localidad de Potrero de los Funes, Provincia de san Luis, Argentina, (25 de junio, 1996). El Protocolo de Ushuaia que suscriben los países miembros del Mercosur, Chile y Bolivia, vendrá a ratificar el compromiso democrático (Ushuaia, Argentina, 24 de julio, 1998). Además, en el Mercosur se suscribe una «Declaración Política del Mercosur, Bolivia y Chile como zona de paz» en la XIV Cumbre de Presidentes del Mercosur (24 de julio, 1998). En esa ocasión, declaran en primer lugar, estar «Convencidos de que la paz constituye el principal deseo de nuestros pueblos, conforma la base del desarrollo de la humanidad y representa la condición primordial para la existencia y continui- dad del Mercosur». En la Comunidad Andina, el XII Consejo Presidencial Andino en julio de 2001, suscribió el Acta de Carabobo para promover la vigencia del orden democrático y el Estado de Derecho en la región andina, como asimismo, «impulsar la más amplia participación de los ciudadanos en una sociedad más justa y democrática que ase- gure la vigencia de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales (N°6 del Acta de Carabobo). Posteriormente, los países andinos suscribieron en Guayaquil, Ecuador (26 de julio, 2002), la Carta Andina para la Promoción y protección de los Derechos Humanos. Los temas de Seguridad, que han logrado un gran consenso entre Chile y Argen- tina, se observa su proyección en la «Carta Andina para la Paz y Seguridad, limita- ciones y control de los gastos destinados a la Defensa Externa», como un paso tras- cendental para la construcción de una Política Común de Seguridad Andina ( PCSA ). En el Mercosur Educativo y Cultural, observamos como se ha proyectado esta cooperación que iniciaran Chile y Argentina. En efecto, nuestros países, aprobaron el 7 de julio de 1994, un «Acuerdo de Reconocimiento y homologación de certifica- dos de Estudio y Egreso de Instituciones Educacionales a Nivel Básico o Primario y Secundario o Medio», que se cita como uno de los logros de la integración y coope- ración en la Declaración Conjunta de Presidentes, el 26 de agosto de 1994.
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