Generación de Diálogo Chile-Perú / Perú-Chile: documento 6: rol de los medios de comunicación

34 | Capítulo II | Desde el otro lado del espejo atención de peruanos y chilenos. Sin embargo, es justamente su carácter extremo lo que lo convierte en un buen ejemplo de las amenazas que enfrenta la prensa cuando se contamina con sentimientos, que si bien pueden ser legítimos en algunos casos, son propios de otros ámbitos de la sociedad como la política partidista o el activismo social, donde lo que lo guía es justamente la parcialidad. El eje del periodismo, en cambio, debe ser siempre la imparcialidad y la visión crítica de los hechos. No puede ni debe haber espacio para sentimientos “patrioteros” que contaminan la correcta entrega de la información. Por eso, antes de plantear si existe o no un camino para construir confianzas entre las partes desde el periodismo es importante entender la lógica que guía, lo que debiera guiar, a los medios de comunicación y a los periodistas en el desempeño de sus labores. 1. Los ejes del periodismo Teoría y práctica no es siempre una ecuación fácil de resolver en el periodismo. Lo que se enseña en las aulas universitarias o lo que guía el espíritu de las declaraciones de principios sobre la labor periodística muchas veces se enfrenta a la realidad diaria de los medios de comunicación, independiente de su soporte —escrito, radial o audiovisual. La hora de cierre, el interés por lograr mayor audiencia o el deseo de mejorar las cifras de venta para atraer un mayor avisaje publicitario o generar repercusión pública, muchas veces conspiran con la correcta labor periodística. El ejemplo de News 12 —citado anteriormente— da cuenta de ello. Por eso, pensar en un mundo donde el periodismo cumpla con su labor libre de todas esas coacciones externas resulta ingenuo e irreal. La prensa debe convivir en ese medio, trabajar con esas condiciones y hacerlo de la mejor forma posible, porque no es ella la que define el rayado de cancha. Partiendo de esa base, hay que dejar claro que la labor de los medios de comunicación es central en toda sociedad. La falta de libertad de prensa o de medios confiables termina conspirando no solo contra los habitantes del territorio donde se aplican esas limitaciones, sino, especialmente, contra los propios gobernantes que las determinan. En la era de la información, donde proliferan las redes sociales, los blogs y los microblogs, querer limitar o “guiar” la difusión de noticias es una labor virtualmente imposible. Los sucesos de la Primavera Árabe y sus derivados, como la actual revuelta contra el presidente egipcio Mohamed Morsi, por su intento de concentrar en forma desmedida el poder demuestran que la lógica que guió al mundo durante el siglo pasado cambió definitivamente. Una sociedad con más y mejores vías de información es una sociedad más consciente y, por ende, más empoderada. Parafraseando al economista y filósofo francés Guy Sorman en su libro La Economía no miente , 3 donde plantea que solo más liberalismo y no menos podía solucionar la crisis financiera de 2008, solo más libertad de expresión y no menos ayuda a las 3 SORMAN, Guy. La economía no miente. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 2008.

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