Generación de diálogo Chile-Perú / Perú-Chile: documento 5: aspectos de defensa y seguridad

80 | Capítulo IV | Chile-Perú: Cooperación para una agenda de seguridad multidimensional Los datos y realidades que nos golpean contundentemente nos obligan a hacer un giro para que resoluciones como la 1325 de Naciones Unidas, para efectos de nuestra región, se enfoquen más en la cotidianidad y vigencia de conflictos no armados, que se nos asoman como de menores impactos de violencia concentrada, pero no por eso de mayor profundidad y consecuencias en el corto, mediano y largo plazo en nuestras estructuras sociales. Algunos de ellos como son el narcotráfico, la violencia urbana y el crimen organizado en torno a la trata de personas y el tráfico ilícito de migrantes, ya son una realidad demasiado abrumadora. Una vigencia fundamental de la Resolución 1325 es justamente su carácter de centra- lidad en los derechos de la mujer y el papel que puede cumplir en la consecución de la paz y estabilidad. Como se puede apreciar en la realidad regional, el rol de sujeto ac- tivo de la mujer en la estructuración social y el abordaje de temas estructurales, hace imprescindible su mayor protagonismo, concentrar más esfuerzos en la participación para la construcción de planes y programas, y persistir en el esfuerzo principal de las conquistas por sus derechos y espacios de igualdad. 5.2. La cooperación en el ámbito espacial El acceso al espacio es uno de los desafíos estratégicos más recientes en la reali- dad suramericana, donde podemos apreciar un conjunto de iniciativas que tienden a la búsqueda de acceso a la tecnología y uso de información satelital, que cada vez más son ámbitos relevantes para nuestros países pensando en sus desafíos de desarrollo. En el caso chileno, recientemente fue anunciado (lo que fue postergado para fines de año) el lanzamiento de un satélite, que acaba de terminar de construirse en enero y que será puesto en órbita por el cohete ruso Soyuz, desde un centro de lanzamien- to en la Guyana Francesa. La construcción corrió por parte de la empresa francesa Eads-Astrium y tuvo un costo de 72 millones de dólares. Está construido con tecnolo- gía de punta que permitirá incrementar los controles fronterizos terrestres y marinos, monitoreo de labores agrícolas, forestales y mineras, además de desastres naturales. Este Sistema Satelital de Observación Terrestre (SSOT) está a cargo del Ministerio de Defensa y tendrá una vida útil de cinco años. El Gobierno peruano también tiene previsto para este año 2012 lanzar al espacio un nano satélite, fabricado por la Universidad Nacional de Ingeniería de Perú (UNI) y la Universidad de Kursk de Rusia. Lleva por nombre Chasqui I y será el primero de una serie de estas características, después de lo cual le seguirá el Chasqui II, un mi- crosatélite de 25-30 kilos, que será más sofisticado y de mayor duración. Este último está planificado para ser orbitado a inicios de 2014, con un costo de 2.5 millones de

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