Generación de diálogo Chile-Perú / Perú-Chile: documento 5: aspectos de defensa y seguridad

Generación de Diálogo Chile-Perú / Perú-Chile | 15 para explotar las grandes oportunidades que presenta el Asia-Pacífico. Así, en vez de competir por el Pisco Sour, el origen de la papa y tantos otros episodios, se abrían to- das las posibilidades para avanzar en conjunto, compartiendo infraestructura, energía y estrategias económicas favorables. Sin embargo, una serie de hechos y situaciones han convergido para que el avance en las agendas de seguridad no haya sido todo lo rápido y eficiente que se buscaba. Mientras que al término de la Segunda Guerra Mundial había un sano equilibrio militar entre Chile y Perú –debido a la política norteamericana de proveer por igual con ayuda militar a través del PAM (Pacto de Ayuda Mutua)–, esta situación cambió a finales de la década de los años 60, generando un verdadero dilema de seguridad. La llegada al poder del General Juan Velasco Alvarado en el Perú entre 1968 y 1975 tornó más complejo el escenario. Su política de fortalecimiento de las Fuerzas Arma- das con inversiones en material soviético cercanas a los 1.100 millones de dólares, generaron un fuerte impacto en Chile. De esta manera, y en función de las conside- raciones mencionadas inicialmente, se buscó establecer nuevamente el equilibrio, lo que significó un gran esfuerzo ya que el país vivía una seria crisis económica que más tarde desembocó en los acontecimientos de 1973 por todos conocidos. Los líderes de la época en lo político y militar que crecieron en la lógica de igualar y superar ideal- mente al posible adversario consideraron vital el esfuerzo. El Centenario de la Guerra del Pacífico no ayudó mucho a establecer mejores relacio- nes. Una serie de situaciones de carácter interno y externo en ambos países hicieron inestable el escenario de cooperación; por un lado, la irrupción de Sendero Luminoso en el Perú en la década de 1980 que generó más de 70.000 víctimas en los enfrenta- mientos hasta el año 2000, desacuerdos en relación al tratado de 1929, los roces del Perú con Ecuador en la cordillera del Cóndor en 1981, el conflicto de las Malvinas y luego el conflicto del Cenepa en 1995. Por su parte, Chile vivió complejos períodos de protestas y situaciones internas en busca del camino para retornar a la normalidad democrática. La participación de Chile en el Grupo de Observadores en el conflicto del Cenepa (MOMEP) entre 1995 y 1999, con un total de 114 integrantes de las FFAA, 66 de ellos oficiales y el resto personal de apoyo, es un aspecto interesante a destacar ya que generó canales de relación antes impensados. Uno de los jefes de estas misiones recuerda: “En lo que respecta a la relación con los habitantes de Ecuador y Perú, fue fundamental entender que la misión no era de una fuerza militar de ocupación, por el contrario, ella se hizo presente en el lugar a requerimiento y consenti- miento de las partes involucradas, por lo tanto, no existió una actitud de arro-

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