Generación de diálogo Chile-Perú / Perú-Chile: documento 2 : aspectos históricos
Generación de Diálogo Chile-Perú / Perú-Chile | 73 más directo a EE.UU . constituyó un elemento de juicio de relativa importancia en la modificación de postura de Santiago. El otro temor era que se repitiera el intento de Perú y de Bolivia de que en las nuevas organizaciones internacionales estos países intentasen revisar los tratados de paz, como había sido la situación de 1919 (antes del Tratado de 1929 por cierto). Ciertamente, el “factor Perú” no era el único elemento al tomar las decisiones ante el conflicto y ante el nuevo orden internacional, pero constituía un argumento que tenía su peso, sobre todo cuando se consideraba el abastecimiento a las fuerzas armadas. Con todo, el panorama no era sólo estratégico-diplomático. En la cuerda histórica del asunto ya hacia 1960 comenzó a hablarse del problema que presentaría el centenario de la guerra en 1979, insinuando una posible revancha del Perú. Quizás esto se relacionaba con un nuevo ciclo de tensiones con Argentina debido a problemas fronterizos, ciclo que se extiende entre 1955 y 1984, y que probablemente estuvo relacionado con la caída del régimen de Perón en el vecino país. Esta situación no fue para Chile sino un recordatorio más de que su principal problema internacional seguían siendo las relaciones vecinales. La década de 1960 en este sentido tuvo un carácter ambiguo desde la perspectiva chilena. Por una parte los problemas de fronteras y límites volvieron a adquirir un foco al pensar en los vecinos. No estaba sólo el caso con Argentina en el sur del país (Palena y Beagle) sino que en 1962 Bolivia abruptamente rompió las relaciones diplomáticas con Chile por una demanda de salida al mar. Chile estaba sorprendido del radicalismo de la demanda de La Paz en un tema que consideraba y considera zanjado desde el Tratado de 1904. Aunque en principio algunos gobiernos de Santiago han estado dispuestos a conversar sobre alternativas y acuerdos. La historia continúa en este sentido. No podía escapar a la atención que el tema se había originado en la Guerra del Pacífico y por ello Perú entraba en la ecuación y este tenía una obvia simpatía por la demanda boliviana, y a la vez, el Tratado de 1929 le daba un derecho de veto a Lima por cualquier acuerdo que involucrara la zona de Arica. Todo esto mostraba la continuidad de un problema no resuelto en el estado de ánimo y producía una desconfianza muchas veces no confesada. 4. Entre la integración, la proximidad ideológica y las arenas del conflicto Sin embargo fue también la década de los esfuerzos integracionistas y culminaba también la visión de Chile como un caso de excepcional estabilidad en su proceso político, lo que le otorgaba una cierta baza internacional. Más aún, se produjo un cierto paralelismo político en la década. El gobierno de Eduardo Frei Montalva, electo en 1964, se sentía hermano en la distancia al de Fernando Belaúnde Terry, electo en 1963. Ambos se veían a sí mismos como intentos de reformas profundas de modernización, y a la vez de inspiración cristiana alejados de una tentación marxista. Particularmente Frei tenía mucha esperanza en el apoyo de Fernando Belaúnde a sus
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