Generación de diálogo Chile-Perú / Perú-Chile: documento 2 : aspectos históricos
Generación de Diálogo Chile-Perú / Perú-Chile | 57 La respuesta de los trabajadores extranjeros fue instantánea: argentinos, peruanos y bolivianos se negaron a desertar. Estos últimos respondieron a su cónsul: -Con los chilenos vinimos, con los chilenos morimos. 38 Esta imagen ha quedado impregnada en mentalidad de todo pampino o nortino, como detenida en el tiempo. Algo similar nos relata el historiador Guillermo Kaempffer Villagrán, en su libro titulado “Así sucedió”: El Cónsul de Bolivia en Chile, Arístides Moreno, concurrió al local de la Escuela a notificar a sus compatriotas que abandonaran el local porque en algunos minutos más serían baleados; los obreros bolivianos se negaron a salir, manifestando que, las injusticias eran iguales para chilenos, peruanos, bolivianos y argentinos, y que correrían la suerte de sus compañeros. El Cónsul argentino, Sayers Jones, que era representante de la Compañía Salitrera “Aguas Blancas”, no se interesó por lo que pudiera sucederles a sus representados; en el mismo predicamento estuvo el Cónsul de Perú en Chile, J. Morrow, que era ciudadano inglés; el Cónsul de Ecuador, de apellido Ubillús, les contestó que ya era tarde, pues en algunos momentos más serían ametrallados. 39 John Syers Jones, un socio menor de la Compañía inglesa Agua Santa, no era inglés sino peruano, y fue quien presidía el directorio del Hospital de Beneficencia de Iquique, que recibió a los heridos de la escuela Santa María. Syers Jones fue quien entregó la lista oficial de los esos heridos donde se puede destacar la nacionalidad de cada uno. El Ciclo del Salitre no fue un tiempo homogéneo, tuvo puntos de inflexión que marcaron la mentalidad de sus habitantes. Uno de esos momentos fue, sin duda, lo acontecido en la Escuela Santa María de Iquique el 21 de diciembre de 1907. Esos momentos de inflexión han sido registrados por la literatura salitrera, que ha construido un imaginario de la presencia peruana y boliviana en la sociedad del desierto, complementando aquella que ha guardado la memoria histórica de los pampinos. El hito/mito de Santa María de Iquique también registró la presencia peruana y boliviana respecto de su solidaridad con la chilena, específicamente en un momento previo a la matanza obrera, como un fragmento o momento de la Historia del Salitre cuyo significado para la memoria social ha perdurado en el tiempo, y que ha sido recogida en la literatura salitrera. En Tarapacá, entonces, la filigrana de la sociedad del salitre nos dice que peruanos, bolivianos y chilenos convivieron estrechamente en los campamentos, con sus diferencias y sus encuentros. La vida cotidiana los unió en la cantina, en las calicheras, en los atardeceres que refrescaban el desierto y, por lo mismo, era la hora 38 LAFERTTE, Elías. Vida de un comunista. Santiago: Talleres gráficos Horizonte, 1961, p.123. 39 KAEMPFFER VILLAGRÁN, Guillermo. Así sucedió . Santiago: Talleres Arancibia Hnüs, 1962, p.143.
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