Generación de diálogo Chile-Perú / Perú-Chile: documento 2 : aspectos históricos
46 | Capítulo III | Una mirada regional a l as relaciones entre Perú y Chile… Oliva vendería en noviembre de 1877 Salar de la Noria precisamente a Alfonso Ugarte, quien no se salvaría de la ley de expropiación y tendrá que traspasarla al Gobierno peruano en marzo de 1878, bajo la presidencia de Prado. Recordemos que este despojado salitrero peruano-tarapaqueño fue héroe de la Guerra del Pacífico en la batalla por el Morro de Arica. Guillermo Billinghurst nos recuerda que, con excepción de don Jorge Smith, inglés, quienes iniciaron la explotación del salitre en Tarapacá fueron todos peruanos tarapaqueños. Tuvieron estos una plena libertad de trabajo en la aventura de descubrir el caliche, elaborarlo y exportarlo, especialmente durante los gobiernos del tarapaqueño Ramón Castilla Marquesado. Un punto de inflexión fue cuando el químico chileno Pedro Gamboni, logró aplicar vapor en la lixiviación del caliche, reemplazando de ese modo las antiguas paradas a fuego directo por el sistema a vapor o máquina. Los casos de Smith y Gamboni, son dos ejemplos de empresarios que a partir de esfuerzo personal y persistencia lograron levantar sus industrias, como lo fue una gran mayoría de los empresarios salitreros de esa etapa fundacional. Fue la Banca chilena la que dio apoyo a muchos de estos emprendedores que estuvieron dispuestos a desafiar al desierto, enfrentados a una fácil ruina y a un siempre difícil éxito. Posiblemente, una de las colisiones más interesantes entre un proyecto de desarrollo nacional y un proyecto de desarrollo regional, donde se enfrentaron grupos empresariales capitalinos y grupos de empresarios locales en alianza con empresarios extranjeros, fue aquella que se efectuó en torno a la riqueza del nitrato de Tarapacá, durante el Gobierno de Manuel Pardo. La lucha que emprendieron los empresarios salitreros de Tarapacá, que entonces se vio con simpatía por la sociedad peruana y con molestia por los Gobiernos de Pardo y Prado, y los círculos de sus partidarios, es lo que hoy podríamos definir como un movimiento social de una región inteligente, 10 que solo pretendía llevar adelante un proyecto político de desarrollo en base a una industria sustentada en un recurso regional. Billinghurst entonces se preguntaba: “veremos al Gobierno de la República arruinando un floreciente departamento y sumiendo en la miseria a centenares de familias, ¿para conseguir qué?” 11 Y continuaba preguntándose, ¿se cree haber evitado así la cacareada competencia del salitre al guano? Hacia 1876 los empresarios salitreros que tenían mayor inversión en la industria salitrera eran peruanos, por añadidura: tarapaqueños, con un 53%, los capitales chilenos un 17,9%, ingleses un 14,3%, alemanes un 7,6%, entre otros. Terminada la 10 BOISIER, Sergio. “Desarrollo territorial a partir de la construcción de capital sinergético”. En: Estudios Sociales, Nº 99, Santiago de Chile, C.P.U., 1999, pp.27-40. 11 BILLINGHURST, Guillermo. Rápida ojeada sobre la Cuestión Salitre. Valparaíso: Imprenta del Mercurio, 1875, p.43.
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