Generación de diálogo Chile-Perú / Perú-Chile: documento 2 : aspectos históricos

18 | Capítulo I | De Ancón a La Haya: Relaciones diplomáticas entre Chile y el Perú con ello rompió las ataduras del país con respecto a la cuestión internacional. Cierto es que el proceso aún no había terminado y que había mucho pan por rebanar, pero Leguía dio un gran paso. Así, en 1929, con el llamado Tratado de Lima, termina esta primera etapa de las relaciones entre Chile y el Perú, que estuvo definida por el conflicto y el más profundo disenso; a continuación se abre un segundo período bastante más pacífico. 10 Este período inicial de pugna por Tacna y Arica fue fundamental en la relación histórica entre Perú y Chile. En realidad deriva de un defecto del Tratado de Ancón, que no cerró definitivamente el diferendo territorial planteado por la Guerra del Pacífico, sino que dejó un importante pendiente, que fue la causa del conflicto posterior. La mayor parte de los tratados que siguen a guerras se empeña por terminar con los pendientes, de tal forma de poder comenzar de nuevo. En esa primera etapa se forma el imaginario nacional sobre el otro país y se escriben los libros y obras artísticas claves, que fundamentan en cada uno la postura sobre el vecino. Entonces, la pugna por Tacna y Arica provocó que los recuerdos de la Guerra del Pacífico se magnifiquen y la hostilidad aparezca como el sentimiento principal entre ambas naciones. Por ello, los cincuenta años que habrían de transcurrir entre el inicio de la guerra y el Tratado de Lima fueron decisivos y han tenido un largo efecto, porque definieron la mentalidad colectiva en cada país, incorporando una imagen negativa del otro. 11 Para terminar con esta etapa, Leguía argumentó que el tiempo corría en contra del Perú, que pasados más de treinta años de la fecha originalmente prevista para la realización del plebiscito, y considerando los cambios de población mencionados, el Perú podría perder la consulta popular. Con ello, observaría atónito cómo ambas provincias pasaban a manos de Chile en forma legal. 12 Por ello, el Presidente peruano se orientó hacia una negociación política, buscando el arbitraje de los Estados Unidos de Norteamérica. Una vez conseguida la negociación, la resolución del árbitro, ordenando que se lleve adelante la consulta, no se pudo ejecutar, porque en opinión de la misión norteamericana encargada de llevarla adelante, no había condiciones democráticas en la región, a causa de la conducta del gobierno de Chile contra los peruanos. Por lo tanto, se retiró frustrado el general Pershing y, luego, el general Lassiter declaró impracticable la consulta popular. Esta decisión fue una victoria política del Perú, pero amenazaba con tornarse pírrica, porque significaba la continuidad de la posesión chilena sobre ambas provincias. 13 10 BASADRE, Jorge. Historia de la República del Perú. Tomo IX. Lima: Editorial Universitaria, 1969. 11 BELAUNDE, Víctor Andrés. Nuestra cuestión con Chile. Lima: Editorial Sanmarti, 1919. 12 Una interpretación de conjunto de la obra gubernamental de Augusto B. Leguía se puede encontrar en: PLANAS, Pedro. La república autocrática. Lima: Fundación Friedrich Ebert, 1994. 13 El diplomático peruano Félix Calderón, ha realizado un análisis detallado de este proceso en: El Tratado de 1929. La otra historia . Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú, 2000.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=