Generación de diálogo Chile-Perú / Perú-Chile: documento 2 : aspectos históricos

Generación de Diálogo Chile-Perú / Perú-Chile | 15 diplomáticamente para evitar la incorporación definitiva de las provincias a Chile. Por su lado, en Chile fue fuerte la campaña para no devolver el morro cuya conquista había significado el derramamiento de sangre chilena. 4 Así, la tercera cláusula de Ancón significó una presión sobre ambas cancillerías para desarrollar una pugna constante y profunda por una porción del territorio considerado por ambos como parte de su patria, para unos la histórica, para los otros, la conquistada. Como sabemos, pasados los diez años estipulados, el plebiscito no se ejecutó. Entre Chile y Perú surgieron diferencias sobre cómo debía realizarse la consulta, que impidieron su concreción. Poco tiempo después, el Perú intentó una solución diplomática, enviando en una misión clave a uno de los líderes del partido demócrata entonces en el poder. Se trataba de Guillermo Billingurst, un importante político que años después sería Presidente del Perú. Nieto de un patriota inglés que había combatido por la independencia de Buenos Aires, Billingurst era originario de Tarapacá, mantuvo negocios salitreros en su región natal, tanto en el período peruano como posteriormente en el chileno. Incluso murió en su región, después de haber sido derrocado en 1914 por un golpe militar. 5 Las conversaciones diplomáticas de Billingurst fueron desarrolladas con el almirante Juan José La Torre, quien igualmente era una persona relevante en el imaginario de ambas naciones sobre la guerra, porque había comandado el vapor Cochrane en Punta Angamos. Billingurst y La Torre arribaron a un protocolo suscrito el 16 de abril de 1898, por el cual se sometía al arbitraje del Rey de España los puntos en discrepancia sobre la mecánica del plebiscito. Pero, el instrumento internacional se pasmó, porque si bien en el debate parlamentario en el Perú fue aprobado con celeridad, en el Congreso chileno se atracó, sobre todo en la cámara baja, donde el diputado Abraham Konig planteó una idea chocante para el Perú, según la cual, la cláusula 3 de Ancón era una cesión encubierta de Tacna y Arica, y que no correspondía realizar un plebiscito, sino pagar los mencionados diez millones de pesos a modo de compensación económica. 6 Finalmente, la cámara de diputados de Chile aprobó al acuerdo, pero dejó a futura discusión sus estipulaciones. Según la interpretación peruana de estos acontecimientos, el acuerdo de los diputados chilenos equivalía a una especie de limbo legal. El protocolo con el Perú no había sido rechazado, pero tampoco aprobado, porque sus estipulaciones estaban pendientes y nunca fueron resueltas por el parlamento chileno. 4 Al respecto era famosa una frase de Benjamín Vicuña Mackenna, “No soltéis el morro”, expresando una significativa consigna patriótica que ayudó a conservar Arica en manos chilenas. Un estudio muy sugestivo de su carrera se debe al historiador peruano: RÉNIQUE , José Luis. “Benjamín Vicuña Mackenna, exilio, historia y nación”. En: Mc EVOY, Carmen y Ana María STUVEN. La república peregrina: hombres de armas y letras en América del Sur, 1800-1884. Lima: IEP, 2007. 5 ULLOA, Alberto. Don Nicolás de Piérola: una época de la historia del Perú . Lima: Minerva, 1981. 6 MAÚRTUA, Víctor. La cuestión del Pacífico. Lima: Imprenta Americana, 1919.

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