La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista
100 Cecilia Dockendorff Se trata de explicar el papel estructurante que logra desarrollar la semántica en cuanto se sedimenta en lo que podemos denominar un espacio semántico, que contiene lo que llamaremos una matriz cultural, que tiene una capacidad estructurante de la comunicación social y un patrón evolutivo identificable. Pero, ¿por qué persistir en el uso de un concepto que ha probado ser poco específico? Al no sucumbir a la reticencia de la teoría para utilizar el concepto de cultura, ¿estaríamos corriendo el riesgo de confiar en un concepto al que le podrá pasar lo mismo que a algunos conceptos tradicionales en sociología, en el sentido de ser abandonados por no lograr describir adecuadamente las observaciones empíricas? En efecto, cultura podría estar en vías de extinción a partir de la constatación de que no permite observar la complejidad del propio “fenómeno cultural”, así como el concepto de acción resultó insuficiente para abordar la complejidad de la “acción social”. Creemos, sin embargo, que la supresión de un concepto por el hecho de haber adquirido una amplitud que lo hace incompatible con la exactitud que requieren los conceptos científicos, en el caso de cultura puede resultar más una pérdida que una ganancia desde el punto de vista de la comprensión de la sociedad moderna. Más bien creemos que es posible utilizarlo para apuntar a una función que, dentro de una perspectiva de observar la semántica de la sociedad, se presta mejor a la descripción si se deja captar por el concepto de cultura. El concepto de cultura que logremos desarrollar deberá demostrar ser útil especialmente para describir la unidad de la sociedad contemporánea, puesto que ésta es una sociedad policontextual, en la que se da una simultaneidad de comunicaciones de enorme diversidad. Precisamente, para observar la semántica de unidad de la sociedad moderna es que decimos necesitar un concepto de cultura del cual podamos ����������� �� �������� ��� ��� �������� ����� �� ��������� �� especificar su alcance. Con tal objetivo hemos de construir un concepto de cultura de manera que permita observar la unidad semántica que presenta la sociedad contemporánea, más allá de su creciente diferenciación y de la contingencia, su característica central. 4.1. El punto oscuro (no ciego) de la teoría de sistemas sociales Si pretendemos construir un concepto de cultura que refleje la unidad de la sociedad como expresáramos anteriormente, lo primero que debemos establecer es por qué no resulta suficiente mantener los conceptos que la teoría de sistemas sociales utiliza como equivalentes funcionales al concepto de cultura. Recordemos que para Luhmann el lugar de la cultura, entendida como medio de integración social en base a valores y normas, es reemplazado en la sociedad funcionalmente diferenciada por los medios de comunicación simbólicamente generalizados. Estos medios son justamente lo que posibilita la diferenciación de los sistemas parciales de
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