La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista

Lineamientos para una Teoría Sistémica de la Cultura 97 Podemos preguntarnos: ¿por qué llamar cultura a la memoria de los sistemas? Partiendo de una comparación entre el cerebro y la cultura, Luhmann afirma que si se busca un modelo no jerárquico se puede pensar en el cerebro y su capacidad de tener memoria. Una memoria que no es un depósito de información puesto que los acontecimientos tanto en los sistemas síquicos como sociales, esto es, los pensamientos y las comunicaciones, aparecen y desaparecen. Sin embargo, los nuevos acontecimientos no se dan en un vacío, los sistemas no son sólo lo que son momentáneamente. La cultura como memoria de los sistemas sociales sería, entonces, aquella estructura que conforman las semánticas (tipificaciones de sentido) que sensibilizan a los sistemas a ciertos contenidos de la comunicación antes que a otros (Luhmann, 1998b). En cuanto al operar de la memoria, Luhmann afirma que siempre se produce en el presente; no puede hacerlo ni en el pasado ni en el futuro del sistema. Según el autor, las condiciones para que este tipo de operaciones se reduzca al presente están dadas por las características neuronales en el caso de los sistemas síquicos, y por las características del sentido, en el de los sistemas comunicacionales. Por otra parte sostiene que: “el construir una memoria y utilizarla, no es ninguna capacidad particular de un sistema; es más bien un producto colateral de la forma de operación basal autopoiética, con la que se reproduce un sistema y, sobre todo, un producto colateral del que el sistema se hace dependiente...” (Luhmann, 1998b: 203). Entonces, si cultura es la memoria de los sistemas, podemos preguntarnos: ¿qué hay en la memoria de los sistemas sociales? Esperaríamos en este punto que la teoría de sistemas sociales definiera categorías de contenidos como lo intentaban las definiciones clásicas anteriormente citadas, en que el concepto de cultura nos permitía observar “un conjunto de rasgos identificables”; o bien “pautas consistentes de pensamiento y acción”; o “configuraciones coherentes de premisas y categorías compartidas por determinados grupos humanos”. Encontrábamos la cultura en el nivel inconsciente de las mentes de los individuos, en sus estructuras de pensamiento, en las estructuras de significación socialmente establecidas o en las interpretaciones hechas por las personas. La teoría de sistemas sociales no distingue dichas categorías tradicionales, pero, en cambio, nos ofrece otros conceptos que nos permitirán avanzar en la construcción de un concepto de cultura, como asimismo restringir su amplitud y especificar su alcance. Particularmente útiles serán los conceptos de conocimiento, esquemas y guiones (scripts). 3.4. Cultura como conocimiento Para Luhmann, el campo de referencia del término “conocimiento” pertenece a las características constitutivas del sistema social, ya que la comunicación lingüística presupone siempre un conocimiento común. Sin un conocimiento imputable no hay comunicación (Luhmann, 1996b). Conocimiento es, entonces, una implicación

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