La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista

90 Cecilia Dockendorff PNUD afirma que la cultura no es un conjunto “congelado” de valores y prácticas… Otro mito es que la libertad cultural implica la defensa de todas las prácticas tradicionales y que esto puede retardar el proceso de desarrollo… El informe responde que no hay evidencia de que la diversidad cultural demore el desarrollo” (BBC Mundo 2004a). Por su parte, el diario español El Mundo de fecha 5 de mayo de 2002 publica un artículo del filósofo italiano Gianni Vattimo titulado: El choque entre culturas es un peligro real. El autor subrayó un punto que él considera relevante: “Se trata de construir una unidad política fundada sobre una tradición cultural que incluye también el mundo de la Europa Oriental e incluso los musulmanes de la ex Yugoslavia”. Opina que “Europa es más un sistema de valores y de ideas que una unidad geográfica”. Considera asimismo que “el choque de las culturas es un peligro real que no mucha gente percibe claramente” (El Mundo, 2002). Los ejemplos anteriores muestran cómo el concepto de cultura es utilizado por la sociedad en sus auto-descripciones como una unidad. Si, como vemos en las citas anteriores y como hemos afirmado teóricamente, todo lo que interesa en la sociedad existe comunicativamente en tanto se distingue, nos resulta innegable que la cultura, en tanto se comunica acerca de ella, existe. ¿Desde cuándo “existe”? ¿Se ha auto-observado la sociedad a través del concepto de cultura a lo largo de su evolución? El concepto de cultura parece ser de data bastante reciente, podríamos decir que nace junto con lo que genéricamente se ha denominado modernidad. En la observación de Luhmann, la expansión de los horizontes tanto físicos como mentales que trajo el siglo XVIII a Europa, sumado a la difusión de libros como resultado de la invención de la imprenta, dio un inusitado énfasis al conocimiento y junto con ello al interés por lo diverso y por la comparación (Luhmann, 1998b). Según Luhmann, el interés por la comparación encontró en el concepto de cultura la manera de hacer observaciones y descripciones a nivel de la sociedad. Esto trajo como consecuencia que temas, que antes se consideraban naturales e inmodificables, bajo el concepto de cultura pudiesen ser presentados como contingentes. De este modo, uno de los efectos de mayor alcance que trajo el concepto de cultura es que permitió relativizar la ontología y las atribuciones a esencias o a la Naturaleza con las que la sociedad se había autodescrito hasta entonces. A partir del uso del concepto de cultura, la sociedad moderna relativizó, desontologizó, desnaturalizó el mundo. Cultura es, entonces, un concepto que surge en el siglo XVIII y a partir de éste se universaliza, lo que permitirá mirar hacia atrás en la historia considerando que la cultura ha existido siempre. Desde el momento en que una distinción se reestabiliza, hace que un concepto exista y se considere su existencia como atemporal. Por otra parte, el concepto de cultura le otorgó valor al moderno concepto de nación, como también a otro concepto surgido a partir de las grandes transformaciones sociales del siglo XVIII: el desarrollo. En ese contexto la noción de cultura se entendió

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