La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista

La sociedad como sistema autopoiético: fundamentos del programa sociopoiético 67 cibernéticos de la autoorganización (Beer, 1985; Checkland, 1988). Estos últimos, sin embargo, se encuentran muy ligados a las perspectivas ingenieriles y a intereses aplicados, lo que obliga no solamente a lidiar con premisas ya superadas, sino también con finalismos muy discutibles, entre otros, la optimización de las empresas. Sin embargo, estas herramientas pueden entregar muchas lecciones y pistas para el desarrollo de métodos sociopoiéticos especiales, como ocurre con acercamientos a las prácticas terapéuticas de corrientes psicológicas que se acercan a las concepciones sistémicas inspiradas en los trabajos de Bateson y de la Escuela de Palo Alto (Bateson y Ruesh, 1984; Watzlawick, 1971, 1986), como es el caso de la terapia famiar (Minuchin y Fischman, 1985) y la terapia breve estratégica (Fisch, et al ., 1984). En la investigación sociopoiética, las selecciones de los temas comunicativos deben garantizar la representación de todas sus aportaciones, asumir su distribución y pesos específicos. Como interesa recoger toda la franja de formas y distinciones hasta alcanzar sus márgenes, ningún ángulo de observación podría ignorarse aduciendo su baja presencia, de allí que se recomienden los muestreos estructurales (Mejía, 2002), donde la representatividad no obedece a cantidades, sino a los puntos de saturación que se reflejan en los grados de redundancia de los contenidos comunicativos que se van registrando (Baeza, 1999). La trascripción textual de las comunicaciones, al fijar esquemas de distinción, facilita los procesos de explicación. La digitación, además, permite aplicar desde las técnicas clásicas de análisis de contenido hasta los análisis estructurales de discursos. Las etapas de interpretación pueden reforzarse creando espacios para devolver las descripciones y sus respectivas explicaciones a los observados. Las síntesis pueden discutirse con representantes del espacio comunicativo explorado o, también, triangularlas con otros observadores y expertos. El principio es someter los registros, análisis e interpretaciones a observaciones desde distintas perspectivas y estrategias, favoreciendo reformulaciones y la generación de nuevas hipótesis explicativas. El procedimiento específico que se inicia seleccionando temas comunicativos culmina en la teoría. Desde esta última proceden las selecciones más estrechas. Por ejemplo, los “ discursos ” sobre las amenazas y peligros de la modernidad se relacionan con la noción de complejidad social, y sus aportaciones con la diferenciación de la sociedad en sistemas parciales. Esta aproximación nos permitió caracterizar la sociedad contemporánea bajo la noción de “ déficit de racionalidad global ” (Arnold, 2000), es decir, como un tipo de sociedad incapacitada estructuralmente para abordar problemas que trascienden las racionalidades parciales, propias de sus sistemas diferenciados. Como se aprecia, los estudios empíricos que propugna la sociopoiesis son dinámicos, siguen direcciones en espiral o en “ ires y venires ” y plantean fuertes

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