La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista

54 Marcelo Arnold La autoproducción societal postula la construcción de la diferencia entre sistema y entorno, donde la poiesis social es comunicación. Esta última puede entenderse como el equivalente a la vida, que emerge desde el dominio molecular, o los estados de conciencia que surgen de operaciones del sistema nervioso. Por eso, para la perspectiva sociopoiética, que se inspira en Luhmann, la sociedad es un sistema comunicativamente cerrado (Luhmann, 1998b), que se produce a través de comunicar, donde se explica su emergencia como condición propia de un sistema que califica como autopoiético y que se debe a tal naturaleza. La clausura comunicacional de lo social destaca una peculiar forma de reducir complejidad, es decir, de actuar selectivamente sobre la variedad del mundo . Con ella, sus operaciones ganan indiferencia ante el entorno y logran autodeterminarse dentro de límites que no se basan en factores físicos o biológicos, sino en lo que tiene sentido dentro de ella. El sentido , desde la perspectiva sociopoiética, está desprovisto de consideraciones subjetivas y su función consiste en conectar las comunicaciones y proyectarlas en las dimensiones sociales, temporales y objetuales de la sociedad. De esta manera, es el medio fundamental disponible para la reducción de complejidad (Luhmann, 1971), y para la constitución de la autorreferencialidad de todos los eventos sociales, que siempre remiten al sentido. La constitución de sistemas tiene por efecto la reducción de complejidad a través de la selección y actualización continua de posibilidades. Como el mundo es invariablemente más complejo, una asimetría básica actúa como catalizador para la emergencia de sistemas. Esta sociogénesis implica que los sistemas están siempre seleccionando las operaciones comunicativas con las cuales se identifican, es decir, se autolimitan. Así, los sistemas sociales se constituyen probabilizando algunas vinculaciones entre otras posibles, es decir, reduciendo contingencia . Esta tarea da cuenta del núcleo fundacional de lo social. Las reducciones más significativas se aplican sobre las posibilidades de los sistemas psíquicos, y las más complejas apuntan a contrarrestar las complejidades que van produciendo recursivamente con sus propias operaciones. Específicamente, la emergencia de la comunicación desde el nivel de la co-presencia de las personas constituye el primer paso en la construcción de la sociedad: los sistemas interaccionales. Una vez constituidos, los modos de operar de los sistemas sociales se toman desde y en sí mismos, incluyendo lo que consideran información, sus vigencias están subordinadas a su reproducción, y todos sus procesos están determinados por sus estructuras que, por otro lado, indican restricciones, propiedades y cualidades que solamente son posibles en su contexto (Luhmann, 1991: 88). Las compatibilidades requeridas entre sistemas sociales y entornos, que se denominan acoplamientos, ocurren en sus dimensiones estructurales, no

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