La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista

334 Daniela Thumala y Fresia Salmas En cuanto a los obstaculizadores, se desprende de lo anterior que aquellos elementos que son facilitadores, cuando no están o son defectuosos, aparecen como los más grandes obstaculizadores. Este es el caso del Yo, pues si el desarrollo de proyectos depende de la voluntad personal o de las características de personalidad, entonces el hecho de no contar con recursos personales adquiere relevancia como obstáculo. Por ejemplo, el ser desordenado, flojo, adicto o alcohólico son elementos que no ayudan a configurar un concepto de sentido integrador de la propia vida tanto en pasado, presente o futuro. (Obstaculizador) “… podría ser la pérdida de ideales de repente, pérdida de las ganas de seguir y buscar el camino más fácil, no sé, como que por decisión propia o factores externos, no sé...” (mujer, 15-18 años, NSE medio). “…no me gusta ser drogadicto, no me gusta andar perjudicando mi cuerpo o mi vida; igual es echar a perder la vida y que la vida no tenga un sentido” (hombre, 19-24 años, NSE bajo). Así también, la familia aparece como el gran obstaculizador cuando no es capaz de proveer las condiciones que los jóvenes consideran necesarias para alcanzar sus metas o seguir sus propios caminos. Sin embargo, dichas condiciones son diferentes para las distintas clases sociales; por ejemplo, para los jóvenes de clase baja los problemas familiares, sobre todo la enfermedad o muerte de alguno de los progenitores, pueden transformarse en un obstáculo insalvable. En cambio en los jóvenes de clase alta o media, las condiciones relevantes tienen que ver más con el hecho de poder conversar o tomar decisiones más democráticas, por mencionar algunas. “Suponte un golpe que para mí sería brutal, que me mataría, sería que mi mamá se muriera. Ese sería un golpe que yo me caería y capaz que no sea capaz de pararme, como que me cortaría las piernas y no me voy a poder parar” (hombre, 19-24 años, NSE bajo). (En referencia a su familia) “Porque son sus ideas y se podría decir, en cierto modo, que no me entienden, pero no, cincuenta y cincuenta no más. Tanto apoyo como tirar para abajo” (hombre, 15-18 años, NSE medio). En cuanto a la valoración que hacen del hablar sobre el tema del sentido de vida, la mayoría lo considera positivo, lo ven como algo relevante de ser conversado. En general encuentran “útil” hablar del tema para “reflexionar”, “decidir”, “evaluar” diferentes aspectos de su vida. “Yo creo que sí, siempre es importante hacer un stop de repente, o parar para preguntarte ¿está bien lo que estoy haciendo?, ¿estoy en un punto importante en mi vida?, ¿quiero seguir así?, ¿quiero cambiar? Yo creo que es importante” (hombre, 19-24 años, NSE bajo).

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