La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista

Sentido de vida, juventud y modernidad 333 Sin ellos no estaría como estoy ahora...” (hombre, 15-18 años, NSE bajo). También destacan los amigos y la educación como ejes compartidos en distintos niveles socioeconómicos, donde ambos elementos son altamente valorados por los jóvenes. (Los amigos) “Sí, son importantes… sentirse aceptado siempre es agradable. Sí, contribuye a la felicidad. Sí, para mí son bien importantes, nos juntamos todos los días, es como la familia” (hombre, 15-18 años, NSE medio). (La educación) “…no sé, sería el estudio más que nada, no se me ocurre otra cosa. Porque se ve el sacrificio y eso ayuda harto. El estudio estaría siendo” (hombre, 15-18, NSE medio). También resulta interesante el que los jóvenes de clase media y alta son capaces de mostrar en su discurso que el nivel socioeconómico en que están insertos —que apareció antes como categoría o distinción subyacente al proceso de significación— es un gran facilitador de una serie de condiciones en su vida, a diferencia de los jóvenes de clase baja, quienes no hacen referencia explícita a este aspecto como de gran importancia. “O sea, mi posición social me ha ayudado, o sea así como mis ideales de vida cachai, ha sido por la situación social que estoy viviendo. A lo mejor si fuera de otro estrato social cachai, onda más bajo, a lo mejor no pensaría así, a lo mejor no tendría como la fuerza que tengo para luchar por las cosas que quiero” (mujer, 15-18 años, NSE medio). Aun cuando fueron pocos casos, vale la pena destacar el hecho de que los hombres pongan como facilitador la presencia de la “polola” en sus vidas, a diferencia de las mujeres, en que la pareja no aparece mencionada como facilitador en el discurso. “En este momento yo creo que es más mi polola, me influye más a dar sentido a mi vida que mis amigos” (hombre, 15-18 años, NSE alto) 77 . 68 . También es interesante el hecho que Dios no aparece como facilitador en los jóvenes de clase alta y sí en las otras. “Con Dios, porque Él es quien te pone todo poh. Él es quien te manda para que hagas cosas acá... por eso antes te dije: ya que estemos aquí, nuestra vida ya tiene sentido” (mujer, 15-18 años, NSE bajo). 77 Los resultados de una investigación sobre masculinidad entre jóvenes santiaguinos podrían relaciona- rse con estos casos en que destaca la presencia de la mujer como facilitadora de la construcción de sen- tido. En la actualidad, hombres y mujeres experimentan cambios en el ámbito del género y la sexualidad. Así, el varón confirma y patentiza una orientación sexual masculina clara confrontándola con una mujer: “las mujeres se constituyen en una puerta de entrada a la identidad genérica y sexual” (Olavarría 1998: 22). Las mujeres por su parte, fortalecidas individual y colectivamente por sus experiencias durante las crisis de las décadas pasadas, no requieren de la confrontación identitaria con el hombre.

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