La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista
Sentido de vida, juventud y modernidad 323 3.3.3. Noción de sentido en la modernidad En un contexto de riesgo e incertidumbre y en el que la tradición ha venido perdiendo poder como instancia normativa o reguladora de la propia identidad, el individuo, como se ha dicho, se ve enfrentado a tener que estructurar cada vez más por sí mismo una forma de ser, una manera de concebirse y a darle, además, un sentido a su vida que no viene dado. Al respecto, para Giddens (1995), en la modernidad el desarrollo del Yo se convierte en un tarea refleja. Ello consiste en la mantención de una biografía coherente, que constantemente es revisada y que ocurre en un contexto de múltiple elección. De este modo, en la modernidad la noción de un “estilo de vida˝ adquiere especial importancia. Giddens entiende por “estilo de vida “un conjunto de prácticas más o menos integrado que una persona adopta no sólo motivado por necesidades pragmáticas, sino porque dan una coherencia a la identidad del Yo. Sostiene que la planificación de la vida, al ser organizada de manera refleja, presupone una ponderación de riesgos que es sopesada por el contacto con el conocimiento de los expertos, lo que constituye un comportamiento característico del proceso de estructuración de la propia identidad. La pregunta referida al cómo se ha de vivir no sólo puede implicar un cuestionamiento sobre el sentido de la propia vida, sino decisiones diarias respecto a cómo comportarse, qué comer, qué vestir, etc. La elección pasa a ser parte de la actividad cotidiana de los individuos. Es claro que no existe ni ha existido una cultura que haya eliminado todas las elecciones de la vida diaria, sin embargo la tradición o los hábitos establecidos ordenaban la vida dentro de ciertos márgenes relativamente impuestos. En la modernidad, el individuo está frente a una compleja diversidad de opciones y al carecer ésta de un carácter impositivo, ofrece poca ayuda respecto a qué opciones conviene tomar. Al respecto, Beck (1999) describe cómo en la actualidad lo que antes era resuelto en el contexto de la familia, de la comunidad aldeana o dentro de la propia clase o grupo social, hoy debe ser resuelto por el propio individuo al que se le exige “que sea él quien domine la inseguridad” (Beck, 1999:20). 71 62 . Afirma además: “Estas ‘riesgosas libertades’ son imputadas ahora a los individuos sin que éstos, sobre la base de la extrema complejidad de la sociedad moderna, estén en condiciones de tomar las inevitables decisiones de manera responsable, esto es, considerando las posibles consecuencias” (Beck, 1999: 36). El hecho de tener que elegir un estilo de vida toma un lugar central en este contexto. La elección no sólo es relativa a cómo actuar, sino también a quién ser, tarea 71 Castells (1999) considera la configuración de grupos o comunidades como reacción a las tendencias individualizadoras imperantes, tales como el fundamentalismo religioso, el nacionalismo y las comunas territoriales. El fortalecimiento de dichos grupos, vistos como reacciones defensivas, puede servir para confirmar la idea de una creciente tendencia individualizadora.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=