La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista
Sentido de vida, juventud y modernidad 315 3. Marco teórico 3.1. Constructivismo: conceptualización Esta investigación se enmarca en una perspectiva constructivista que sostiene “que nuestros conocimientos no se basan en correspondencias con algo externo, sino que son resultado de construcciones de un observador” (Arnold, 1997a: 2). Al respecto, la Teoría Biológica del Conocimiento (Maturana y Varela, 1984) afirma, desde el ámbito de la biología, que toda experiencia de conocer involucra inevitablemente al que conoce. De acuerdo con esta teoría, somos seres determinados estructuralmente, nuestro sistema nervioso es un sistema cerrado que opera con correlaciones internas, no aprehendemos una realidad externa, sólo experimentamos nuestra propia realidad. No podemos entonces hablar de un conocimiento objetivo de la realidad, como si hubiese algo afuera de nosotros que pudiésemos conocer independientemente de nuestra estructura. Desde esta perspectiva, el conocimiento es resultado del observador y no de lo observado y es por medio del lenguaje que surge la idea o noción de objetividad. En este sentido, Arnold (1999) destaca la invisibilidad que tiene para el observador su participación en lo que observa. Ahora bien, aun cuando lo señalado es lo que define al constructivismo, al interior de esta corriente de pensamiento es posible apreciar diferencias. De acuerdo con la tipificación de las variedades de constructivismo planteada por dicho autor, este trabajo se caracterizaría por un constructivismo que describe como “blando”, en el que “la realidad se presenta como un estado extrínseco al observador y de la cual es posible sacar conclusiones para explicar las convergencias y divergencias ente distintos observadores” (Arnold, 2004: 3). La adscripción de manera más o menos radical al constructivismo se puede observar en diferentes disciplinas de las ciencias sociales. La antropología y la sociología han incorporado, desde mediados del siglo XX, esta perspectiva. A partir de la década de los sesenta, los modelos interaccionalismo estratégico, interaccionalismo simbólico, teoría de la acción estratégica, teorías de la práctica y de la acción comunicativa, han sido utilizados para la explicación de la conducta humana en sociedad (Viveiros de Castro, 1998). Desde la década de los setenta, en la antropología ha ido cobrando cada vez más vigencia el modelo interpretativo de Clifford Geertz, quien parte de la concepción del hombre viviendo en redes de significado creadas por él mismo. En el ámbito de la psicología, una perspectiva que claramente asume como eje central de su planteamiento al constructivismo, es el enfoque de las narrativas. Como señala el psicólogo cognitivo Bruner (1998), habría una nueva revolución cognitiva basada en una perspectiva más interpretativa del conocimiento en la que el centro de interés es la “construcción de significados” (1998: 19). Desde este enfoque no es posible comprender un proceso psicológico al margen del significado que se
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