La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista
32 Marcelo Arnold y Francisco Osorio Estas ideas fueron ampliamente acogidas y muchas explicaciones de las ciencias humanas y sociales se apoyaron en ellas. Así, por ejemplo, el antropólogo Gregory Bateson (1990: 173) alude a procesos de retroalimentación positiva cuando explica las relaciones sociales gráficamente como un zigzag, donde lo dicho por una persona genera respuestas que, a su vez, provocan nuevas respuestas y así sucesivamente, hasta concluir en situaciones totalmente distintas a la original. Entre otros aportes de la cibernética a la TeoríaGeneral de Sistemas, destacan los de William Ross Ashby (1903-1972). Este interesado en la relación sistema/ entorno acuñó su famosa ley de la variedad necesaria ( requisite variety ), según la cual sólo la variedad puede destruir la variedad, de donde la relación sistema/entorno queda definida como una relación entre distintas complejidades. Su interés central era el problema de las cantidades de información involucradas en la relación entre el sistema y el entorno y, por ende, en la capacidad selectiva del sistema. Las nociones de diferencia de complejidad y el concepto de variedad constituyen una versión más sofisticada de la teoría de los sistemas trabajada por la cibernética. Sus principios son los siguientes: 1. La variedad del entorno (el número de estados posibles que pueden alcanzar sus elementos) es prácticamente infinito. 2. Las posibilidades de igualación de esta variedad por parte de un sistema cualquiera son nulas, pues si ello fuera posible, éste no existiría, dado que diluiría su identidad en el entorno, lo cual significa que no puede existir relación punto por punto entre un sistema y su entorno. 3. La única posibilidad de relación entre un sistema y su entorno consiste en que el sistema, dada su limitada capacidad, debe absorber selectivamente aspectos de su entorno. 4. Los mecanismos reductores de la variedad ambiental, que se ubican en las corrientes de entrada de un sistema, pueden ser dispositivos estructurales al sistema, resultados de la automatización de respuestas frente al entorno o de decisiones internas o externas del sistema. 5. Si bien la selección de entradas tiene por función el mantenimiento del equilibrio e identidad de los sistemas, éstos corren el riesgo de no poder reaccionar ante determinados cambios en el entorno. 6. En todo caso, es evidente que entradas superiores a la capacidad de procesamiento del sistema actúan disminuyendo su capacidad de relacionarse con el entorno. 7. Los procesos reductores de la variedad son procesos dinámicos –como el equilibrio, que es igualmente dinámico– e inciden en la aparición o desaparición de los sistemas abiertos.
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