La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista

292 Antonio Hidalgo Pero las relaciones externas de un sistema económico territorial no se circunscriben exclusivamente a su entorno 56 . 47 . Las relaciones económicas entre seres humanos tienen lugar en un determinado nicho, que no está vacío, sino lleno de materia y energía independientes de las que forman parte de dicho sistema. Tanto en el nicho como en el entorno, es decir, en el medio o ambiente, tienen lugar una serie de fenómenos naturales , es decir, interacciones físicas, químicas y biológicas entre elementos materiales y energéticos; estas interacciones constituyen el dominio de los fenómenos naturales . Si observamos dichos procesos podemos distinguir, en el espacio físico del planeta, un sistema ecológico planetario o ecosistema mundial ; sistema que mantiene una serie de relaciones con todos los sistemas económicos territoriales; a las relaciones de acoplamiento ontogénico entre los distintos sistemas económicos territoriales y el ecosistema mundial, las denominamos interacciones antrópico-naturales . El ecosistema mundial sería un sistema ecológico territorial autónomo, dentro del cual podrían distinguirse otros sistemas ecológicos territoriales alónomos, o subsistemas, de menor dimensión. Centrándonos en las interacciones antrópico-naturales entre los sistemas económicos territoriales y el ecosistema mundial, podemos observar cómo muchas de las actividades económicas son el resultado del acoplamiento estructural entre dichos sistemas (la agricultura, la ganadería, la pesca, la silvicultura, la minería, la producción de energía y el abastecimiento de agua, pero también la industria y la construcción y gran parte de los servicios). La explotación de recursos naturales y ambientales, su transformación en bienes, con valor económico, y en residuos, carentes de él, e incluso las actividades de protección de la naturaleza (actividades de reciclaje, de gestión de residuos, de descontaminación, de producción de tecnologías menos despilfarradoras de recursos y menos contaminantes...) o ciertas catástrofes ambientales de origen antrópico (incendios, vertidos de productos químicos, radiaciones nucleares...) gatillan cambios, estructuralmente determinados, en el ecosistema mundial; pero también las alteraciones climáticas (sequías, inundaciones, olas de frío o calor...), la actividad telúrica (terremotos, erupciones volcánicas...) y la extinción, mutación, aparición y proliferación de nuevas especies (virus, bacterias, insectos, algas...) en el sistema ecológico mundial gatillan cambios, estructuralmente determinados, en los sistemas económicos territoriales. Así pues, los sistemas económicos territoriales y el ecosistema mundial presentan adaptaciones ontogénicas, de forma que los cambios estructurales que se producen en dichos sistemas, aunque determinados estructuralmente, son provocados por las interacciones antrópico-naturales entre ellos; aunque no de manera exclusiva. Téngase en cuenta que la ontogenia, como historia de los cambios 56 Cabría también la posibilidad de estudiar las interrelaciones que se dan entre un sistema económico territorial y otros sistemas distinguibles en otros subdominios del dominio de los fenómenos sociales diferentes al de los fenómenos económicos, pero no es éste el objeto del presente ensayo .

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