La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista

246 Fernando Robles El fenómeno de la inexicalidad es un problema en primer lugar para los científicos convencionales, porque no concuerda con sus postulados de objetividad. Pero en la vida social nos comunicamos sólo mediante expresiones indexicales y generamos situaciones singularmente anómicas cuando insistimos en imponer estándares científicos a la comunicación, catalizando rechazo y bloqueando las posibilidades de configuración de sistemas de interacción. Puede ser que las expresiones indexicales aparezcan como limitadas desde el punto de vista científico, pero en la medida en que posibilitan la comprensión cotidiana en los sistemas de interacción, son fundamentales para la articulación de la única operación genuinamente social de los sistemas de interacción: la comunicación. 4. El ordenamiento práctico de los sistemas de interacción Uno de los temas centrales del CSO es la descripción de los límites del sistema. Los sistemas tienen límites. Los límites desempeñan la función de separación y unificación entre el sistema y el entorno. Mediante los límites, los sistemas pueden cerrarse y abrirse, separando las interdependencias internas de las interdependencias entre sistema y entorno; los límites son resultados evolutivos. Particularmente los sistemas dotados de cierre operativo, presuponen límites. La existencia de los límites es el requisito más importante de la diferenciación de los sistemas. Esto es particularmente válido para los sistemas de interacción; la obra de Goffman (1971b, 1981), por ejemplo, aborda la necesidad de los sistemas de copresencia espacio- temporal, de “llevar consigo a sus propios entornos”, de “mantener la cara y la apariencia”, en fin, de afrontar unas formas particulares de identidad sin las cuales la sociedad no dispondría de “pasillos” que ayuden a distinguir a los sistemas de interacción. Cuando se configuran interactivamente los hilos del habla y se echa a andar la “mecánica” del cambio de hablante y se reproduce, el sistema de interacción produce sus propios límites, que lo distinguen del entorno (que pueden ser otros sistemas de interacción), por lo que la especificidad de sus estructuras es única e irrepetible (Goffman, 1979: 110). Ahora bien, otra de las propiedades de los sistemas de interacción es su potencial permeabilidad. El carácter permeable de estos sistemas explica su fluidez temporalizada. No obstante, a medida que los sistemas de interacción abandonan la alta contingencia e imprevisibilidad de las “conversaciones libres de esparcimiento” y se acoplan a los sistemas funcionales, la permeabilidad disminuye significativamente, los turnos del habla se rigidizan y los sistemas se “someten” a los programas especializados de cada uno de los sistemas parciales. Las conversaciones de esparcimiento pasan a formar parte de los “espacios posteriores” (Goffman, 1971b: 65) y cumplen una función de relajamiento de los hilos rígidos del habla. De hecho, los sistemas de interacción funcionalmente acoplados, por su limitada permeabilidad, son menos frágiles y dependen más de los roles que los interactuantes construyan y estabilicen.

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