La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista

La Teoría General de Sistemas y su aporte conceptual a las ciencias sociales 23 en la metafísica de Heidegger, dado que las “personas” son definidas como Dasein, precisamente el ahí del ser. Bertalanffy es contemporáneo al filósofo alemán y, en el mismo sentido en nuestra opinión, acaba por siempre con el vitalismo en las ciencias naturales y, de paso, lo inutilizó como modelo para las ciencias sociales. En resumen, lo que hace Bertalanffy es fundar la actividad científica sin la metafísica clásica, sin presuponer que se requiera un fundamento antropocéntrico para entender el mundo. Ante la falta de apoyo de la tradición, la ciencia de orientación sistémica buscará dentro de sí misma los fundamentos de su proceso de conocimiento. Hasta aquí, entonces, el desarrollo del contexto en que se encontraba la TGS al momento de su nacimiento. Corresponde a la siguiente parte concentrarse en la propuesta como tal. 1.2. La propuesta original de la TGS A nuestro modo de ver, la propuesta de Bertalanffy se puede caracterizar como una solución no-antropocéntrica al fenómeno del isomorfismo. Bertalanffy constata que se produjo un cambio en el trabajo científico, dado que sus practicantes han empezado a dejar de trabajar aislados y han dejado de considerar sus problemas de investigación con independencia de otros campos de conocimiento. Si la forma anterior de trabajo era analítica, la que él diagnostica la llama sistémica. La ciencia tradicional se dedicaba a estudiar partes de fenómenos, mientras que la ciencia sistémica se concentra en las relaciones entre las partes. Por ejemplo, si en la física tradicional se estudiaban partículas elementales, en la física sistémica se estudian los problemas de organización de la materia. Si en la biología clásica el objeto de estudio es el órgano, en la sistémica es el organismo. Según Bertalanffy, este cambio se puede observar en la filosofía y también en las ciencias sociales. La pregunta es, entonces, ¿hay alguna razón para este cambio? Pero no sólo en la manera de concebir la actividad científica se ha dado un desarrollo paralelo, sino que también este cambio se puede observar en el fenómeno del isomorfismo de las leyes científicas. El isomorfismo se puede definir como una correspondencia formal entre fenómenos diversos. Bertalanffy da como ejemplo la ley exponencial en matemáticas. En su formulación como función exponencial positiva, puede aplicarse a átomos, moléculas, bacterias, animales, seres humanos y libros, esto último porque el incremento en el número de publicaciones sobre la mosca Drosophila a lo largo de la historia científica, sigue una curva exponencial positiva. Otros ejemplos que da Bertalanffy se encuentran en regularidades descubiertas por la demografía al estudiar el crecimiento de poblaciones humanas en espacios limitados, que también se encuentran en casos de crecimiento orgánico, en reacciones autocatalíticas en química y en la distribución de líneas de trenes en

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