La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista
208 Aldo Mascareño hoy, y es lo que la inspiración etnometodológica de Robles parece no estar dispuesta a aceptar a través del rechazo a “reglas extrasituacionales” o “sedimentación de estructuras”. Es cierto que Luhmann emplea el término expresiones indexicales de la etnometodología, como el propio Robles lo muestra en su texto (Robles, 1999: 237), pero lo hace para referir a sociedades de tipo segmentario en una situación previa a la generalización de la escritura (que es la que en definitiva permite expandir la comunicación más allá de los presentes) (Luhmann, 1997: 634), o para remitir a contextos de autoobservación en sistemas de interacción (Luhmann, 1998a). 38 30 . Habría que renunciar a la teoría de la evolución de la diferenciación funcional de sistemas y a su primado en sociedades modernas, para suponer, por ejemplo, que medios de comunicación simbólicamente generalizados como el dinero, el poder, la verdad o la validez jurídica sean expresiones indexicales que dependen de los actores participantes en los problemas que los involucran. Si así fuese, negar el derecho sería suficiente para sacarlo de la evolución social, y afortunadamente, aunque muchos quisieran, esto no sucede. Lo dicho, sin embargo, tampoco debe llevar a pensar en una inutilidad o incompatibilidad del análisis etnometodológico de la indexicalidad y la teoría de sistemas. El propio Robles lo formula de modo programático: La única diferencia substancial entre la doble contingencia de Luhmann (que sigue la senda de la teoría de sistemas) y la indexicalidad reflexiva de la EM [...] es que la primera permanece anclada a una teoría de la comunicación social constructivista que subsidiariza el tema del lenguaje, mientras la EM se concentra en la incurabilidad de las expresiones indexicales. Yo pienso que, teniendo por delante la realización de estrategias investigativas que hagan plausible comprender la ejecución de la doble contingencia, lo más razonable sería precisamente postular que la doble contingencia es indexical (Robles, 1999: 240). Lo anterior no puede ser sino cierto, pero para compatibilizarlo con la teoría de sistemas más allá de la interacción, se debería afirmar que en la referencia de la indexicalidad existe un horizonte semántico y estructural que se ha formado evolutivamente en torno a medios de comunicación simbólicamente generalizados; es decir, que además de sistemas de interacción hay también sistemas funcionales (y organizaciones), lo que acercaría el significado de la indexicalidad más al sentido de la policontexturalidad y la re-entry de Varela descritas más arriba. Tales obligatoriedades contextuales de los sistemas funcionales ( Kontextzwängen der Funktionssysteme ) (Luhmann, 1997: 825) deben ser consideradas de algún modo; no como determinantes de la interacción porque no lo son (incluso la interacción puede 38 La cita es la siguiente: “A menudo se hace una distinción entre la observación interna y la observación externa; pero esta distinción no es precisa, dado que el concepto de observación incluye la autoobservación. Por ejemplo, dentro del sistema comunicativo de este congreso podemos decir que esta ponencia no es fácil de entender; cuando un sistema social se autoobserva usa normalmente indexical expressions ” (Luhmann, 1998a: 27).
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