La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista

Sociología del método 191 Sin embargo, la operación de ese mismo crossing (la re-entry ) introduce al sentido en paradojas, como la expresada en la última parte de la notación anterior de Spencer-Brown: En esta notación se indica que “algo” es igual al mismo “algo” modificado por (o modificando) otra cosa, o lo que es lo mismo: “que algo no es lo que es (o es lo que no es)” (Esposito, 1993: 107). La misma forma ( f ) aparece al interior de la ecuación como indicación. Se puede decir que la forma ( = f ) está incluida en la forma ( fa ) —como en frases del tipo “la nostalgia ya no es más lo que solía ser” (Schwanitz, 1999)— y que, por tanto, la observación (cualquier observación, de primer orden) es también una auto-observación en tanto lleva la marca del observador. Y si esto es así, entonces el mundo de las cosas es el mundo de las cosas en la descripción. Eso es precisamente lo que se construye con el concepto de forma, como forma de la distinción sistema/entorno, actualidad/posibilidad (acoplamiento suelto/estricto), o como forma de la distinción medio/forma. En palabras de Luhmann: “El concepto de forma es con ello un concepto de mundo, un concepto para el mundo que se observa a sí mismo. Indica la herida del mundo a través de un corte, a través de ‘escritura’ en el sentido de Derrida, a través de diferenciación ( Ausdifferenzierung ) de sistemas en el sentido de la teoría de sistemas” (Luhmann, 1990: 17). La re-entry permite la observación de la observación, lo que hace del mundo un mundo dependiente de la descripción. En una formulación subjetivista, Spencer- Brown lo plantea del siguiente modo: “La concepción de la forma descansa en el deseo de distinguir. Garantizado ese deseo, no podemos escapar a la forma, aunque podemos verla de la manera que nos plazca” (Luhmann, 1990: 69). El cálculo aritmético de Spencer-Brown concluye ahí, plantea el problema de la re-entry , pero no introduce la notación necesaria para su formalización, es decir, para dar cuenta del hecho —aunque a estas alturas habrá que aceptar que describir la descripción como una descripción no se trata de un hecho, sino de una descripción posible; aunque tampoco habría que entenderla como una posible descripción de los hechos— que la descripción sea de un observador y que, por tanto, diga poco (o nada) ‘de los objetos’ que describe y mucho (o todo) del observador. Dos soluciones se pueden encontrar frente a esto, la primera es lógico- filosófica y la segunda lógico-matemática. Gotthard Günther ha desarrollado lo que puede ser denominado una lógica de valores múltiples a cuyos resultados operativos llama el autor contexturas o contexturalidades (Günther, 1979). Günther parte del principio Tertium Non Datur (un tercero no hay), el principio del tercero excluido en una distinción, que indica la exhaustividad de la descripción de un dominio en

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