La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista

182 Aldo Mascareño grandes colaboradores del maestro (más sus entornos relevantes) y probablemente otros heroicos outsiders que por outsiders son indicados como outsiders para asegurar la autopoiesis de los insiders . Es decir, uno podría afirmar hoy que la investigación sistémica es una red inconexa de esfuerzos nacientes que aún no hace masa crítica . Su estado es en la actualidad homologable al de la sociedad mundial a finales del siglo XV: los colonos recién desembarcaron en el nuevo mundo y los nativos se miran la cara en el espejo. El presente texto intenta proponer los lineamientos de un programa de trabajo para la construcción de un método de investigación empírica de raíz sistémica. La tesis general de este planteamiento descansa en que una teoría que se propone a sí misma como superación de obstáculos epistemológicos de la teoría social tradicional, no puede seguir utilizando sus métodos. Para dar cuenta de tal tesis, es necesario asumir el fundamento constructivista de la teoría y describir su modo de operación con base en tres distinciones fundamentales que se refieren mutuamente (2) y que hacen emerger otras distinciones cuya iteración produce un mundo policontextural (3), el que, sin embargo, se ordena bajo la diferenciación evolutiva de medios simbólicos en sistemas funcionales, organizaciones e interacciones (4). Frente a ello cabe preguntarse si algunas metodologías de investigación que han sido propuestas para la teoría de sistemas son coherentes con ese marco heurístico. Los límites para el análisis sistémico del grupo de discusión y del socioanálisis (5), así como de las propuestas etnometodológicas (6) son discutidas a la luz de las exigencias de una teoría que, por su evaluación de la tradición como obstáculo epistemológico, parece sentirse más cómoda metodológicamente en el horizonte de las transdisciplinarias teorías de la complejidad que en la propia tradición de la investigación sociológica (7). Sobre esa base, se discuten, en primer lugar, las posibilidades de la matemática de dinámicas no-lineales y de simulaciones computacionales para la modelación de sistemas funcionales y organizaciones (8), en segundo lugar, se aborda la teoría de los juegos como estrategia para el análisis empírico de la formación evolutiva de estructuras (9) y, finalmente, se analizan las oportunidades que abre la fuzzy-sets theory para la modelación de situaciones conversacionales, el análisis de procesos de autorregulación organizacional y la investigación empírica de constelaciones de diferenciación/desdiferenciación sistémica (10). Concluye el texto con una breve síntesis de lo expuesto (11). 2. La trinidad Si existe un punto cero de la teoría de sistemas, este debe ser nombrado como la forma de la forma de la forma, o si se quiere expresar en términos de una ilusión de destautologización, el punto cero remite a los contenidos (formas) de la distinción (forma) que generan una forma (forma). Naturalmente, uno puede preguntarse qué indica a los contenidos, o de otro modo, si los contenidos no son ya la consecuencia

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=