La nueva teoría social en Hispanoamérica: introducción a la teoría de sistemas constructivista

110 Cecilia Dockendorff Hemos afirmado que si bien es cierto que los sistemas autopoiéticos únicamente pueden quedar determinados por medio de sus propias estructuras autoproducidas, ello no impide que las mismas selecciones sean procesadas como información por parte de cada uno de los sistemas en forma autónoma. De este modo, éstos pueden mantener una coherencia semántica entre sí, y la sociedad observar una unidad de la diferencia que puede ser revelada por el concepto de cultura. Creemos que la teoría de sistemas sociales, al prescindir del concepto de cultura en lugar de especificar su alcance y función, y privilegiar los conceptos de semántica, conocimiento, expectativas, esquemas y memoria de los sistemas -los que en conjuntodan cuentadel fenómenoquehemos identificado conel conceptode cultura, se imposibilita para observar una unidad que no resulta posible de conceptualizar de un mejor modo que con el concepto de cultura. No se trata de insistir en observar una unidad donde parece no haberla, sino de utilizar el concepto de cultura de manera de hacer observable, e identificable en su función estructurante, aquello que nos permite diferenciar, a través de la semántica, la unidad de una sociedad. Resulta necesario aclarar en este punto la relación entre los conceptos de cultura y de sociedad. Luhmann observa la sociedad como un solo sistema comunicacional, sin establecer distinciones territoriales para especificar el concepto de sociedad. Al respecto considera que utilizar el criterio de territorialidad para determinar lo que es una sociedad, es otro de los obstáculos epistemológicos o prejuicios sociológicos a los que hemos aludido anteriormente (Luhmann, 1998a: 52). Sin embargo, al interior de la perspectiva sistémica para observar lo social se dan variantes respecto a este punto. A diferencia de Luhmann, que considera la sociedad moderna como una sola sociedad mundial, Helmut Willke, utilizando también la teoría de sistemas sociales, entiende la sociedad moderna no sólo como una totalidad mundial sino también bajo la forma de unidades delimitadas de autoorganización social (Willke, 2000: 4). En la teoría de Luhmann, el concepto de sociedad es coextensivo con la sociedad mundial; no hay sociedades o una sociedad, sólo La sociedad . El concepto de cultura que hemos construido, como concepto general resulta coextensivo al concepto de sociedad definido por Luhmann. Sostenemos que no hay sociedad sin cultura, puesto que, como hemos afirmado, la sociedad no opera en el contexto total del sentido sino en una reducción de éste, reducción a la que hemos identificado como la cultura. Ahora, a diferencia del concepto de sociedad definido por Luhmann como coextensivo con la sociedad mundial, al observar la sociedad desde el punto de vista empírico, nuestro concepto de cultura no coincide con la sociedad mundial. La cultura, como concepto abstracto o general, se especifica en sus expresiones empíricas, y en este aspecto resulta más acorde con un concepto de sociedad entendido como unidades delimitadas de auto-organización social. La cultura

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