La Odisea en la Odisea: estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis

30 posibilidades, todos los resquicios a los que un hombre puede dirigir la mirada de su espíritu para tratar de captar y asignar un sentido a la existencia. Lo anterior explica la desmesurada extensión del poema; la acumulación de sueños, mitos, leyendas, costumbres, creencias y ritos de diversos pueblos y épocas; el torrente de vivencias y experiencias que se despeña a lo largo de las rapsodias; el fluir interminable de motivos e imágenes de variados orígenes; la fuerza épica que lo recorre de un extremo a otro. Standford no tiene dudas sobre la calidad épica de la Odisea. De hecho llama a este poema y al Ulises de Joyce "epopeyas contemporáneas". Encuentra que estas dos obras "están más próximas a la epopeya heroica que cualquier otra clase de obra"; y ve en el Ulises de Kazantzakis un símbolo, "en el que se funde la suma de los anhelos y de las angustiosas dudas del hombre contemporáneo" 52 . También se criticó la obra como "antihelénica". Es el término que utilizó el ensayista Vasilis Laúrdas (1912-1971), el año 1943, aplicándolo a la Odisea por estar "fuera de la tradición y los valores clásicos griegos" y porque su personaje central no era griego sino bárbaro y oriental. Kazantzakis respondió en un artículo titulado "Un comentario a la Odisea ", en el que planteaba que no debía enfrentarse la obra a través del análisis guiado por la lógica, sino que había que tratar de penetrar al "torbellino central que engendró toda la obra". Y aclaraba que la actitud de Odiseo ante la vida y la muerte no era ni helénica ni oriental, sino una actitud que podía bautizarse como "la mirada cretense", una mirada fija que contempla la vida y la muerte con coherencia, altivez y coraje, en medio de nuestra época, una época de rostro salvaje 53 . García Gual coincide con Standford en cuanto a que la Odisea refleja las inquietudes del hombre contemporáneo, sin dejar de reconocer el carácter personal de la visión de Ulises que inspiró la obra: "En la larguísima Odisea (de 1938), el gran escritor cretense no da una nueva visión, muy personal, de Ulises, como el héroe de un peregrinaje arduo y múltiple, en pos de una nueva existencia, con ansias de crear una nueva sociedad más justa; un Ulises inquieto, revolucionario, que rapta a Helena [...]; pasa por Esparta, Creta y Egipto; funda una sociedad igualitaria en África; se encuentra con figuras de hondo simbolismo; y acaba solitario, muriendo en los hielos del Antártico. El vasto 52 W. S. Standford: The Ulysses Theme , Basil Blackwell, Oxford, 1954. Puede verse un esbozo de paralelo entre las obras de Joyce y de Kazantzakis en M. Castillo Didier: "El tiempo, la muerte y la palabra en la Odisea de Kazantzakis", citado. Y para una caracterización del Ulises de Joyce, ver G. Highet: La tradición griega , vol. II, p. 371. 53 N. Kazantzakis: "Un comentario a la Odisea", citado, pp. 1028-1034.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=