La Odisea en la Odisea: estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis

25 veneración que sentía por el pensador alemán y lo señaló reiteradamente como uno de los hombres que dejaron huellas en su espíritu. Y como creador, quizás quiso seguir la máxima de Zaratustra: ―Escribe con la sangre de tu corazón y verás que tu sangre es espíritu‖. Con tal disposición de alma creó su obra. Dentro de ella, ocupan un lugar especial su libro más breve, Ascética , y su poema más extenso, la Odisea . Examinar la Ascética ¿equivale a estudiar ―el pensamiento‖ del escritor? No es muy fácil dar una respuesta afirmativa. Heleni Kazantzakis se refería a ese opúsculo, escrito en Alemania en 1923, con estas palabras: ―Un libro pequeño que más tarde servirá de llave para comprender bien su obra. Ni novela, ni poema ni ensayo filosófico, precisará él mismo. Ochenta páginas breves, versículos bíblicos de gran belleza. Los altos mandamientos de Nietzsche, a quien Kazantzakis venera sobre todo por su estilo encendido y sus padecimientos innumerables; los de Bergson, que le ayudaron a liberarse de ideas filosóficas que lo tiranizaban; la quintaesencia de sus experiencias personales. Todo esto sistematizado por un cerebro exigente y ordenador‖. Y Karl Kerenyi resume en tres líneas la significación que atribuye a Ascética: «Ni obra de arte ni de filosofía... En realidad, era una obra sobre una nueva religión; una llamada a la realización de un mito, como lo demuestra el subtítulo Salvatores Dei, que se tradujo al alemán como Rettet Gott!, ¡Salvad a Dios!» En realidad, no puede sostenerse que Ascética exponga una nueva religión, como tampoco la Odisea, que desarrolla todo aquel opúsculo en una de las etapas de la peregrinación de Ulises. Expresa, más que un pensamiento, una manera de enfrentar la vida; pero sin llegar a configurar una religión, a menos que ésta pudiera concebirse sin un Dios. La Ascética muestra un orden y sistema cuidadoso y sencillo en la exposición de un contenido extraordinariamente complejo. Las etapas de la peregrinación «ascética» : la Preparación, la Marcha, la Visión, el Silencio, la «ascesis» misma, constituyen, como dice Aziz Izzet, «una tentativa desesperada de conciliación entre mil antinomias». No nos corresponde aquí analizar cuáles son éstas 40 . Digamos nosotros que, pese a la complejidad de la obra, puede desentrañarse cuál es el modo «práctico» de enfrentar el mundo que ella postula. Kazantzakis admira personajes y héroes de distintas épocas y lugares, en cuyas actuaciones creía ver el cumplimiento de la norma esencial de la Ascética . Ulises, Buda, Moisés, Cristo, Juliano el Apóstata, Dante, Cristóbal 40 En la “Introducción” de Aziz Izzet a su versión de la Ascética , N. Kazantzakis, Obras Selectas , vol. III, Planeta, Barcelona, 4ª ed., 1975; y en el capítulo “Ascesis” de la obra citada de Roberto Quiroz Nikos Kazantzakis: dimensiones de un poeta- pensador , puede encontrarse un análisis de esta obra.

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