La Odisea en la Odisea: estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis
203 de ―odiosa‖ III-404, . Con calificativo parecido la menciona Aquiles XX-325: De los personajes homéricos que reconocemos en la Odisea de Kazantzakis, Ulises y Helena son, sin duda, los principales. Los demás: Penélope, Laertes, Telémaco, Anticlea, Argos, Nausícaa, Menelao, Idomeneo – y a través de relatos o recuerdos, Calipso, Circe, Paris – tienen presencia reducida, aunque en algunos casos intensamente conmovedora: Penélope, Laertes, Anticlea, Argos. Si consideramos la tan extensa gama de personajes con quienes se encuentra Odiseo después de volver a salir de Itaca. igualmente debemos considerar a Helena como uno de los principales. Participa con Ulises en la primera de las acciones importantes de éste: la preparación y consumación de la revuelta contra Idomeneo, en Creta. La presencia de Helena en las rapsodias IV, V,VI, VII y VIII, tiene aun un último destello en la rapsodia final, XXIV: como hemos visto, ella y el perro Argos son los dos únicos personajes provenientes del mundo antiguo que escuchan el llamado del agonizante Odiseo y parten hacia los hielos antárticos. Si consideramos que en la Odisea homérica (12.110 versos) hallamos 11 epítetos de Helena, con los cuales se la menciona 17 veces, el número de 89 epítetos, utilizados en 118 ocasiones, que encontramos en el poema moderno (33.333 versos), parece bastante elevado. Esto, aun cuando añadamos a los de la Odisea homérica 2 epítetos que encontramos sólo en la Ilíada (aunque pueden considerarse una especie de variante de los correspondientes de la Odisea: Diós koure, hija de Zeus, variante de Diós thygater; eukomos , de hermosa cabellera, variante de kallikomos. Frente a los poemas homéricos, en la Odisea de Kazantzakis hallamos una verdadera ―torrencialidad de epítetos‖, la que habría que complementar con muchos calificativos de las partes del cuerpo de Helena y de los objetos que ella maneja, calificativos que son muy numerosos. Toda esta barroca acumulación de formas de nombrar a Helena – por lo general, palabras compuestas propias de la lengua popular o creadas por el poeta siguiendo mecanismos naturales del idioma – muestran un esfuerzo por asir en palabras una realidad (realidad dentro de una creación literaria compleja, densa). La belleza de Helena y el deslumbramiento que ésta produce requiere de muchas palabras, de nuevas palabras, de palabras intensamente expresivas. Recordaremos para terminar algunos epítetos de Helena en la nueva Odisea : de-ojos-negros, de-ojos-de-estrellas, de-ojos-acariciantes, de-ojos- juguetones, de-ojos-vivaces, de-grandes-ojos, de-mejillas-de-lirio, de-cejas- arqueadas, de-cejas-de-luna, de-cejas-espadáceas, de-seno-de-rosa, de-seno- estrellado, de-seno-de-lirio, graciosa-como-el-sol, hermosa-como-sol, de-seno-
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