La Odisea en la Odisea: estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis

17 en el corazón del navegante. Y cual rayos se apagaron. La sed del mar se despertó dentro de él. [...] Lo venció la nostalgia de los viajes, y de las llegadas matinales a los puertos donde, con qué alegría, entras por primera vez. [...] Y se marchó. Cuando las costas de Itaca se desvanecían poco a poco frente a él y navegaba hacia occidente a toda vela, [...] sintió que revivió, que arrojó las pesadas ataduras de cosas conocidas y domésticas. Y su corazón aventurero se regocijaba fríamente, vacío de amor. Más tarde, Kavafis tomó el motivo del retorno de Ulises a la isla patria como símbolo de la plenitud vital. Itaca para a ser una "meta-pretexto", o una "meta-causa" de un largo viajar, pleno de nuevas experiencias, nuevos saberes y nuevos placeres; viajar que en sí posee su sentido: Cuando hacia Itaca salgas en el viaje, desea que el camino sea largo, pleno de aventuras, pleno de conocimientos [...] Desea que el camino sea largo. Que sean muchas las mañanas estivales en que con cuánta dicha, con cuánta alegría entres a puertos nunca vistos [...]; anda a muchas ciudades egipcias, a aprender y aprender de los sabios. Siempre en tu pensamiento ten a Itaca. Llegar hasta allí es tu meta. Pero no abrevies el viaje en absoluto. Mejor que muchos años dure: y, viejo ya, ancles en la isla, rico por cuanto ganaste en el camino, sin esperar que riquezas te dé Itaca.

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