La Odisea en la Odisea: estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis
168 espíritu de la cultura griega. Por eso personifica a los poetas y pensadores de la era revolucionaria; es imagen de su ardiente vida, de la violenta afirmación de sus ideales, de su insaciable hambre de belleza, y de su filosofía y sus poemas llenos de ambición‖ 274 . Goethe mismo identificó a Euforión con Lord Byron, a quien admiraba profundamente y cuyo sacrificio en Mesolonyi lo conmovió mucho. Cuando Eckermann, el 5 de julio de 1827 le dice al poeta, hablando de Lord Byron: ―Usted ha hecho muy bien, erigiéndole con su Helena el monumento inmortal del amor‖, Goethe le responde: No podía elegir a otro que él, ya que sin duda alguna debe tenérsele por el primer poeta del siglo [...]. Y era también el indicado por su temperamento insaciable y esa propensión bélica que lo llevó a morir en Mesolonyi [...]. Tenía pensado antes el desenlace en varias formas distintas. Le diré solamente que así las cosas, sucedió lo de Mesolonyi, y entonces di de lado todo los demás y me decidí por el desenlace que ahora tiene‖ 275 . Y de este modo, el himno fúnebre a Euforión es el himno fúnebre a Lord Byron 276 . Pero no desapareció para siempre Helena, como tampoco Eurídice, en la poesía. En la Odisea de Kazantzakis, la hallamos en toda su majestuosa belleza. Se une a un hombre distinto de Menelao, muy distinto, rubio sí como éste, pero bárbaro. Y de esa unión nacerá un hijo del que provendrán generaciones. La simbología de esta unión es muy diferente de la que Highet propone para la de Helena y Fausto. En un breve comentario a su Odisea , que publicó en 1943, Kazantzakis da dos interpretaciones acerca del papel de Odiseo y Helena en su poema. Aquí, con las palabras del autor, entregamos una de ellas, muy distinta, naturalmente, de la que podría atribuirse a la unión de la bella mujer con Fausto: ―Y el mismo episodio [huida de Helena con Ulises] en otro nivel de interpretación: Helena es la belleza aquea que, al unirse con el bárbaro dorio, crea la civilización helénica. Y Odiseo, en cuanto este objetivo se realizó (cuando vio a Helena en los brazos del bárbaro), se marchó, dejando a Helena consumar su misión: alimentar, transubstanciar en su entraña la simiente bárbara, para que naciera el hijo, el heleno‖ 277 . ¿Cómo vieron los griegos a Helena. Sin duda, hubo en la Antigüedad críticas, a veces bien duras, a la huida de Helena con Paris y a la decisión de los 274 G. Highet: op. cit . , vol. II, p. 150. 275 Eckermann: Conversaciones con Goethe , p. 1155. 276 M. Castillo Didier: “Helenismo y filohelenismo en la obra de Goethe”, Byzantion Nea Hellás Nº19-20, 2000-2001, p. 298. 277 N. Kazantzakis: “Ena sjolio stin Odisia” Un comentario a la Odisea, Nea Hestía Nº 389, 1943, p. 1031.
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