La Odisea en la Odisea: estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis
131 quita la vida, internándose en el mar 215 . En Sicilia, Goethe cree, con su época, estar transitando por los caminos de Ulises. La vegetación en los jardines de Palermo le parece maravillosa y le recuerda el jardín de Antínoo, trayendo a su mente uno de los pasajes de la Odisea más admirados por él: ―Pero ese mágico jardín había hecho profunda impresión en mí. Las olas en todo el norte del horizonte eran tan oscuras, que parecían casi negras; su persistente avance sobre la dentada costa; el olor peculiar del mar en su neblina; todo esto me trajo la isla de los bienaventurados feacios a mi memoria y a mis sentidos. Inmediatamente me fui a comprar un ejemplar de Homero‖. Comentando estas líneas, dice David Constantine: ―La veracidad y la belleza de la Odisea se le revelaron con una nueva intensidad en los lugares en donde, según él lo creía, estaba ubicado el poema‖ 216 . El poeta alemán llegó a escribir el argumento de lo que sería su tragedia en cinco actos, pero sólo alcanzó a dar forma a 156 versos del primer acto. El 22 de octubre de 1786, escribía: ―Desde ahora he ideado ya el plan de una tragedia que habrá de titularse Ulises en el país de los feacios ‖ 217 . Pocos meses después, la futura obra lleva el nombre de la hija de Alcínoo. Así anota en su Diario el 7 de mayo de 1787: ―Estoy, pues, sentado, meditando el plan de mi Nausícaa , una concentración dramática de la Odisea . No la tengo por imposible [...]‖. Y detalla a continuación el argumento 218 . En 1817, treinta años después, el poeta se lamentaba por no haber perseverado y llevado a término esa obra, pues siendo su tema ―patético e impresionante‖, ―de haberlo seguido yo, como hice en Ifigenia [...], hasta lo más sutil de sus fibras, seguro que habría obtenido efectos perdurables‖ 219 . La idea del poeta surgió, como anotábamos de los pasajes homéricos que hemos recordado y de los que siguen, si acompañamos a Odiseo en su llegada a la isla de los feacios. Nausícaa, deslumbrada por la apariencia, mejorada, del viajero, dice a sus siervas que debe tratarse de un dios y a tal deidad quisiera que su esposo fuera parecido: 215 Comentario y texto de los versos que alcanzó a escribir el poeta en R. Cansinos Assens: “Nausícaa Idea general de la obra”, en Goethe: Obras Completas , traducción, recopilación, prólogos y notas E. Cansinos A., Aguilar Ed., Madrid, 1968, vol. III, p. 1797 y sig. 216 D. Constantine: Los primeros viajeros a Grecia y el ideal helénico , traducción Mercedes Pizarro, F. C. E., Mëxico, 1989, p. 210. 217 Goethe: Autobiografía Viajes italianos , en Obras Completas , ed. cit., p. 1744. 218 Ibídem, op. cit., loc. cit. 219 Cit. por R. Cansinos Assens en “Nausícaa Idea general de la obra”, en Goethe: Obras Completas , ed. cit., vol. III, p. 1797.
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=