La Odisea en la Odisea: estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis

126 veinte años de espera y de sueños, por este miserable manchado de sangre, con la barba canosa? Se derrumbó silenciosa / una silla, miró despacio a los pretendientes muertos en el suelo, como si fueran sus mismos deseos lo que veía muertos y le dijo: ―Bienvenido‖, oyendo ajena, lejana, su propia voz. En el rincón, su telar llenaba el techo de sombras en forma de verja; y todos los pájaros que / había bordado con hilos rojos, brillantes en verdes arboledas, de pronto, aquella noche del regreso, se volvieron de color negro y ceniciento, volando muy bajo sobre el cielo de su última resignación 209 . Athos Dimulás, en el poema Penélope , esboza brevemente el motivo del papel secundario de la esposa, a la que la ausencia de Odiseo la cargó con el peso del primer plano, peso del que es liberada con el regreso del héroe. Te trajo al proscenio la ausencia de Ulises. Y cubriste todo el capítulo épico con un siempre semiacabado tejido al que hizo fluctuar tu espera. Hasta que llegó, enviándote de nuevo atrás, a lo recóndito del gineceo, contenta por su vuelta que te liberó del gran peso de ese primer plano, al que su ausencia te había confiado 210 . El poema de Katerina Anguelaki-Rooke Dice Penélope esboza una serie de motivos, en torno a uno central: el de la ausencia: ―la ausencia es el tema de mi vida‖. Pareciera deber terminar en el verso ―en tanta soledad durante tanto tiempo‖. And your absence teaches me that art could not*. Daniel Weissbort No urdía, no tejía, comenzaba un escrito y lo borraba 209 Traducción de Heleni Perdikiki. 210 Traducción de Nina Anghelidis.

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