La Odisea en la Odisea: estudios y ensayos sobre la Odisea de Kazantzakis

118 Los reyes: aves inaprensibles y arreboles del viento 196 . Odiseo replica al labrador y éste le contesta, reafirmando su indiferencia, y en sus palabras hallamos una tercera mención de Penélope, como ―la señora‖, mención despectiva. En ella está presente el motivo homérico del tejido que la mujer deshacía cada noche. El anciano no compadece, por otra parte, a los pretendientes que mató el rey. Ni los mozos ociosos que mató los compadezco ni la reina merecía que por ella se desgraciaran los muchachos; creo que la señora bien pasó tejiendo y destejiendo, combinando el sí y el no con maestría 197 Prosigue el contrapunto áspero entre Odiseo, siempre incógnito y el anciano labrador; y al final, aquél se arrepiente un poco de su actitud de crítica al campesino y se disculpa, quitándole importancia a sus expresiones. Alude a Penélope como ―la reina‖, i vasílisa, y comparando su propia volubilidad con la actitud de Penélope de tejer y destejer la mortaja de Laertes: Igual que la reina, juego yo también con saeta de dos faces; y el sí es la trama y el no es la naveta; y lo que tejo en el día velozmente lo deshago por la noche [...]. Todas las sendas son buenas y sagradas en la tierra: también /santa la tuya. A diferencia de Helena, que será muchas veces nombrada por su nombre – además de serlo por sus variados y hermosos epítetos -, Penélope sólo dos veces recibe su nombre, tan célebre en el mundo desde Homero. Hacia el final de la I rapsodia, el pueblo comienza a congregarse para la gran fiesta a que lo convida Odiseo, y nosotros vemos la sala del trono con éste vacío. Penélope prefiere no ocuparlo, pues siente vergüenza por la muerte de los pretendientes. Y seguramente, su ánimo está triste y conturbado por el desencuentro con su esposo. Además de ser nombrada por segunda vez como ―la reina‖, por primera vez aparece en el poema su antiguo y famoso nombre: El trono de la reina, cubierto con pieles blancas, veíase vacío y desierto, porque se avergonzó de súbito Penélope 196 Ibídem, 850-854. 197 Ibídem, I, 860-863.

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=