Conceptos de género y desarrollo
plantea que para visualizar metas a largo plazo (cambios en la posición de las mujeres) es necesario generar conciencia buscando que las mujeres identifiquen las relaciones opresivas y sean capaces de situarlas en un contexto más amplio. Sin duda la distinción entre necesidades prácticas y estratégicas de género y entre condición y posición son un aporte importante cuando se las vincula al análisis y propuesta de los programas de desarrollo. No obstante, como son herramientas de fácil comprensión, en muchos casos han tendido a ser utilizadas de una manera esque– mática, más como verdades fundamentales que como instrumentos orientadores que es necesario adecuar a realidades particulares, con lo cual se ha producido una distors'ión importante. que a la larga termina produ– ciendo efectos contrarios a lo esperado. Entre los efectos provocados por el uso esquemá– tico de estas distinciones están: no partir desde lo que los sujetos a los que se orientan las políticas consideran como sus necesidades prácticas y estratégicas y en función de ellas establecer las prioridades; no tener en cuenta la mul– tidimensionalidad de las relaciones sociales y mirarlas sólo como subordinación; suponer que se avanzará de manera lineal desde las necesidades prácticas a las estratégicas; pensar que se logrará avanzar hacia la resolución de la subordinación femenina a través de programas de desarrollo que sólo contemplan a las mujeres, sin considerar que el cambio sociocultural es una tarea que involucra a ambos géneros. Jeanine Anderson hace una acotación interesante a 85
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=