Conceptos de género y desarrollo
prácticas hacia las necesidades estratégicas de género, cuando se incrementan los niveles de organización y de conciencia. Sostienen que la experiencia muestra que las organizaciones más efectivas de mujeres partieron de las necesidades prácticas concretas relacionadas con el alimento, la salud, el empleo y la provisión de servicios básIcos. El uso de esta forma indirecta (de lo práctico a lo estratégico) tiene la ventaja de asumir y tratar de resolver los problemas directos de las mujeres del Tercer Mundo y acercarse a sus intereses estratégicos sin violentar su cultura. Una distinción interesante, que permite identificar de manera clara las diferencias entre las necésidades prácticas y estratégicas de género es aquella que se hace entre condición y posición de las mujeres. Kate Young sostiene que la condición alude al estado material en que la mujer se encuentra y la posición se refiere a 'la ubi– cación social y económica de las mujeres en relación a los hombres. De este modo, vemos que los programas de desarrollo que se orientan a resolver las necesidades prácticas de las mujeres actúan sobre la condición de éstas, es decir, sobre sus condiciones materiales de vida, mientras los programas que apuntan a resolver las nece– sidades estratégicas se orientan a mejorar la posición de las mujeres respecto a los hombres. Moser, sostiene que las necesidades prácticas son verificables empíricamente, pero no es tan simple porque las mujeres no necesariamente saben 10 que se requiere para mejorar su condición o su posición. Por ello es necesario priorizar y ordenar las acciones para que su efecto sea acumulativo y no añadido. Por otra parte, 84
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=