Ensayos sobre socioautopoiesis y epistemología constructivista
Sistemas de Interacción, Doble Contingencia y Autüpoiesis Indexical doble contingencia puedan pronosticarse mutuamente. sino que un sistema cobra existencia sobre la base de no existe ninguna certeza básica estable, así como tampoco comportamientos basados en ella. Lo único que sc puede controlar son las incertidumbres y la absorción de las incertidumbres se estabiliza con la estabilización de las expectativas, no con la conducta: la conducta 110 se ejecuta sill expectativas. Queremos insistir en esto. Tal como en el hecho de que no hay expectativa\'juera de la realización práctica de la auropoisís Índexical. Y tal como la estabilización temporalizada de las expectativas es fundamental para la estabilización de estructuras, la frustración de las expectativas desmonta estructuras, por ejemplo, mediante los experimentos de quiebre de la EM (97), pero jamás fuera de la comunicación. Más adelante expondremos que la sobrevaloración de las expectativas (98) no invalida necesariamente el teorema de la doble contingencia de Luhmann, sino que lo conduce a un callejón sin salida. Ahora bien, esta transparencia relativa que se logra con las estructuras se reintegra con la experiencia de la contingencia. Lo que se gana en estructura se compensa con la existencia de la cláusula de que todo podría ser de otro Illodo. La pregunta es entonces, ¿bajo qué diferencia se inicia un sistema construido con la base de la doble contingencia? La respuesta tradicional nos dice que el sustento de los sistemas es el interés personal del actor. sus objetivos, cte., pero el teorema de la doble contingencia nos lleva a una respuesta distinta: el sistema se pone en marcha desde la pregunta si el interlocutor aceptará () rechazará la comunicación. O, desde el punto de vista de la acción: si la comunicación 10 beneficiará o 10 perjudicará. Sólo en segundo lugar viene el tema del interés personal; ningún interés personal puede ser plausible sin haberse resuelto de una u otra manera la primera pregunta, es decir sin que la comunicación haya sido aceptada; no se genera ningún sistema social si no se actúa comunicacionalmente y reacciona positiva o negativamente a la comunicación, Esto es fundamental y la EM que dedica esfuerzos deliberados a develar las estructuras formales y los etnométodos mundanos que realizan comunicativamente la aceptación de la comunicación, por medio de la suspensión de la suspensión de la "actitud natural", no únicamente dejándose llevar por ella, como lo hace la fenomenología de la actitud natural. Recién entonces inicia su tarea deconstructiva y reconstructiva de las expectativas ocullas de la interacción, justamente cuando se desmorona los que se da por descontado en la actitud natural (99), Nosotros queremos insistir en lo siguiente: el fundamento de la posibilidad de aceptación o de rechazo de la comunicación, opera única y exclusivamente porque las propiedades indexicales del uso práctico dellcnguaje siempre permitcn activar una versión positiva y otra negativa de lo que se dijo, sin que ambas versiones scan lógicamente excluyentes entre sí. Si esto tiene que ver o no con la articulación de expectativas. ya no pertenece al dominio del uso prüctieo e indexical del lenguaje, sino al dominio de las articulaciones significativas de las observaciones lcnguajeadas. Por lo tanto, no hay ni puede existir ninguna expectativa que opere previamente a la comunicación. Dicho con mayor radicalidad: si un observador en virtud de sus propias percepciones y cogniciones le otorga sentido a ciertas expectativas específicas, todo esto pertenece al dominio de su sistema psíquico (clausurado en sus propios pensamientos), pero no puede ingresar al sistema social de comunicaciones sin el medio lenguaje. Esto significa además que el medio sentido opera en los sistemas psíquicos sin necesidad de lenguaje, por lo que es inobservable, mientras que en los sistemas sociales no puede prescindir de su uso práctico. Dicho aún con más radicalidad: las expectativas que no se comunican, no existen. Arribamos a un punto donde nuevamente nos topamos con la distinción elemen– tal y que guía a los sistemas sociales como ordenes emergentes: la ineludible distinción entre sistema y entorno. El teorema de la doble contingencia como realización práctica no tiene más pretensiones analíticas que mmper COl! la visión de /(/1 mundo en orden, quiebra una apariencia de normalidad y es, en la toaría. una continuación de la reducción fenomenológica fundada por Husserl, con otros medios: descompone los fundamentos 67
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