Ensayos sobre socioautopoiesis y epistemología constructivista

Sistemas de Interacción. Dohle Conlingencia y Autopoiesis Indexical cOlltingenre para alter y viceversa. El punto de partida de la argumentación de Parsons señala que ninguna acción es posible si alter hace depender sus actos de la orientación de ego y si ego simplemente conecta sus actos a los de alter, esto sería demasiado poco para hablar de acción social, y suficiente para confundir a los sistemas sociales con máquinas triviales. No se trata, entonces, sólo de coordinar los intereses y las intenciones de los diferentes actores, sino que una condición para la acción es que los sistemas de expectativas se conecten por consenso (65). Para ello, Parsons supone que debe existir un sustento normativo que se alza sobre un consenso cognitivo implícito; esta es la condición indis– pensable para que exista acción. Con ello, se trasciende la teoría de la simple confonnidad o de la de la coordinación que opera por la vía de la internalización. Los elementos de los sistemas de acción, las acciones, necesitan de una vinculación (interna y externa) que las haga plausibles y continuables. Y para ello, este consenso implícito dentro de la orientación normativa se plasma en la existencia de un sistema de símbolos compartidos, de inspiración normativa que opera como un código de las acciones constitllti\'as de los sistemas de acción. Con ello. la teoría de la acción social se vincula a las llamadas teorías de la cultura: en toda situación generadora de acción están presentes sedimentos de la cultura común de los actores, que remite a la herencia cultural, al pasado. por lo que el tema de la actualización del sistema de símbolos comunes atañe a la socialización de los individuos. los que internalizan dichos sedimentos culturales. La actualización de las expectativas orientadas al sistema simbólico común es temporalizada de tal manera que cntre ego y alter se desenvuelve una especie de acercamíento cuidadoso, que contribuye a disminuir la contingencia positiva o negativamente. Este es el fundamento más acabado y preciso que ha producido el paradigma normativo e/l la sociología (66), en el que a pesar del carácter complejo de la coordinación de las expectativas de los actores. se espera que la definición de la situación temporalizada obedezca a parámetros comunes e institucionalizados. Si no es así. entonces se habla de desviaciones al sistema institucionalizado de disposiciones de necesidad (67). Todo esto, así Luhmann. es plausible de subsumir bajo el principio del cOlllando por ruido (68), según el cual dos (o más) sistemas observadores son capaces de procesar los ruidos, los que articulados en accounts o "explicaciones prácticas", según la EM, o como resonancias codificables y decodificables a condición de que ambos interactuantes se observen recíprocamente como entornos. A diferencia de Parsons, el problema de la doble contingencia que se formula cOll1ola pregunta respecto de la constitución del orden social, no necesita, según Luhmann y GarfinkeL del consenso de valores que se presuponga como preestablecido y que de lugar a pautas estructuradas normativamente. Es el sistema en curso el que va generando (ín\entando) el consenso de valores (o no) () más bien la diferencia que hace que parezca unidad. en medio de una persistente dirusidad, y sí no existe se inventa un consenso aparente y sobreentendido, manteniendo metódicamente mediante la vaguedad del uso práctico e indexical del lenguaje. (/ las eXI'f?c!a!imsjlot(/lIdo, permeables.r haciendo "como si" /lO necesitasen ser nplicadas (69). Para ello. la vaguedad inherente del uso del lenguaje adherida a la posibilidad de m:tualizar "in láencias débiles". son factores particularmente apropiados para producir confianza sobreentendida. Hay que destacar que la condición de posibilidad de la doble contingencia. es la plausibilidad de la interacción; dicho de otra manera. se trata de las condiciones de posibilidad de un sistema de imeracciáll. La constatación anterior se puede exagerar argumentando que la sociedad es sólo interaccilÍn (como lo hace el interaccionismo simbólico) (0) y que su complejidad puede ser entendida desde la intcracci6n, lo cual constituye una gigantesca ingenuidad: (l se puede minimizar la interacción argumentando que los sistemas de interacción sólo son residuos de estructuras mayorcs. Respecto del carácter "constructivo" de cualquier acuerdo (si es que existe), hahría que agregar que éste obedece a la preexistencia dc una diferencia, de una distinción que 61

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