Ensayos sobre socioautopoiesis y epistemología constructivista

Explorando Caminos cibe sólo puede ser lo que es, en tanto no observa la distinción que lo hace posible, el segundo orden abre conocimientos a la contingencia estableciéndose una alteración del cierre recursivo de todo observar. El aporte descansa en la posibilidad de ver lo que otros no ven (Luhmann 1999f: 156) y la novedad consiste en que el observador de primer orden mientras discrimina sus objetos, no puede observar como puede observar, es decir, no reconoce que su conocimiento se provoca por su propia concurrencia. La cualidad que diferencia a la observación de segundo orden es no tratar con objetos sino que con observadores que están aplicando distinciones y con ello poder seguir su curso, por ejemplo describir distinciones iniciales en su ocurrencia en un pri– mer espacio o tiempo vacío y describir cómo a través de procesos dinámicos de indica– ciones mutuamente referidos. se consolidan realidades. como ocurre cuando se siguen las tramas en novelas (19). Al observar a un observador se lo debe tomar como un o~jeto distinguible y ob– servar las distinciones que utiliza en su nivel de primer orden (Luhmann 1999c: 130). Por eso, una observación de segundo orden puede darse en una operación de primer orden, es decir, como observación de un observador que debe distinguir a otro. Pero. estas posicio– nes abren nuevas complejidades, pues cuando se observa a un observador, que a su vez observa a otro observador, se observa a un observador de segundo orden y con ello se constituye -----como nosotros en este momento- un tercer orden de observación (Luhmann 199ge:34) y así sucesivamente. Como hemos señalado, todo observador esta autoimplicado en sus observaciones aunque, tal autoinclusión le es invisible, pues no puede observar sus distinciones al mo– mento que las pone en juego ya que en tal caso se paralizarían sus operaciones, es decir, dejaría de ver lo que veía con ella y su lugar se ocuparía con otras distinciones (20). En este punto, las posibilidades de colapsar la autoimplicación solamente son dos: observar la observación desde otro momento. es decir una autoobservación, o que ésta sea aplica– da por un observador externo. En ambos casos se trata de posiciones de segundo orden. Lo interesante aquí es la producción de la doble autorreferencialidad en la observación de la observación. Se puede apreciar que la observación de segundo orden no implica necesariamen– te sistemas distintos. Un mismo sistema puede realizar estas operaciones pero, en otro tiempo y con otras distinciones, incluso puede distinguir entre elementos y relaciones (aurorreferencia basal); antes y después (reflexividad) o.la misma megadistinción siste– ma y entorno (reflexión). Con tales cálculos puede autoobservarse, sostener su unidad y autoinformarse. En tanto el segundo orden apunta a las distinciones que utiliza el observador que se observa. trata de lo que para él es inobservable (Luhmann 1999c: 135). En lenguaje sociológico se diría que la materia informativa que se busca con este procedimiento SOI1 las funciones (o disfunciones) latentes y sus respectivas estructuras, las que se designan como inobservables para quienes las sostienen y ejecutan, y que por lo tanto no puedell comunicar. Estas referencias a conocimientos que surgen de la observación de segundo orden no son desconocidos en nuestras disciplinas (vid. Arnold 1999). Más allá del funcionalismo antropológico, la crítica ideológica, el sicoanáltsis o la sociología del conocimiento han acumulado bastantes conocimientos de lo latente, aunque fueron tentados a trabajarlos en e\'aluaciones del tipo verdad I error o subjetivo I objetivo. Por el contrario. la observación de segundo orden no tiene por tareas descubrir errores, en ese sentido el constructivismo se aleja totalmente de tradiciones. como la marxista, que interpretan las condicionalidades inobservables del observador como de– formaciones de su conocimiento -falsa conciencia. Como hemos explicado. la imposi– bilidad de distinguir la distinción, mientras se la aplica, es uno de los fundamentos bási– cos del conocimiento y si este se clasifica como latencia, es sólo como una construcción en otro nivel de observación (Luhmann 1999b: 108), para el cual valen otras di~tinciones 38

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=