Ensayos sobre socioautopoiesis y epistemología constructivista

Explorando Caminos ejemplo un veredicto de culpabilidad que conduzca a la cárcel o los compromisos de amor eterno ante el altar. En su autoaplicación recursiva muchas de estas distinciones se sobreponen a otras distinciones. corno que afirmar que la sociedad verdaderamente se compone de comuni– caciones/v no de acciolles.'- que corresponde a una observación sobre una observa– ción. es decir. una operación que viene después de indicar "sociedad" y "comunicacio– nes", Todo ello incrementa la complejidad de tal mancra que ya no puede entenderse. Por eso, no obstante su naturaleza. la sociedad y sus sistemas parciales, aunque son sistemas determinados, no pueden predecirse (Luhmann 1999d: 140). También, las distinciones actuando sobrc sí mismas esterilizan efectos indicativos primordiales: ya no se esta sc– guro del tiempo. ni que pasó antes. algo puede tener un efecto cuando está presentc y cuando no está presente, tanto porque cambia como porque no cambia, todo pasa a esta– blecerse en relacÍón a otras distinciones y así sucesivamente. Ante estos efectos de la evolución. ya en sus primeros trabajos Luhmann (1962) indicaba que conceptos absolu– tos debían ser reemplazados por los de función, que colocan las cosas empíricas en su lugar. es decir. en universos de posibilidades dinámicas. Con respeeto al cambio, si bien todo parece ser impredecible. mucho parece scr pronosticable. Esto se explica dado que al principio toda primera distinción puede verse como casual. pero después comienzan progresivos grados de reducción de posibilidades. como sucede en el plano social con las situaciones de doble contingencia (Luhmann 1991 ). Aunque nunca se conozcan los acontecimientos posteriores, el observador empie– za a disponer de formulas del tipo empalma / o no empalma, incluso puede hipotetizar condiciones donde todo lo que viene puede reducirse a las posibilidades de aceptar o rechazar; seguir o no seguir; estabilidad o cambio (18). Esas distinciones también pue– den proyectarse con ayuda de las mismas construcciones temporales: hacia atrás, dado el tiempo transcurrido, ya no puede acontecer nada y lo anterior organiza lo que ha de encajar con lo que ha de venir (Luhmann 199ge:24). La retlexión sobre distinciones que llevan a nuevas distinciones permite diferen– ciar, por ejemplo, los denominados acoplamientos amplios y de los estrechos que. a su vez, se relacionan con la construcción de precondiciones para un conocimiento espera· do. Por ejemplo, substratos acoplados en forma amplia funcionan como medios, y aco– plados de manera estrecha como formas. Esta diferencia sirve de condicÍón de posibili– dad a otras formas, con la condición que ellas mismas no sean observables por quienes las aplican (como que las cosas se ven pero no la luz. que lu permite). Bajo algunas condiciones, fonnas corno las palabras o el dinero pueden convertirse en medios para un conocimiento que las invisibiliza (Luhmann 1999a:82). Para el caso de los sistemas so– ciales, los conocimientos están acoplados de una manera amplia al lenguaje y éste puede ser visto como un medio, con cuya ayuda circulan o se fijan decisiones y temas. El problema de las atribuciones de causalidad --es decir de las relaciones estre– chas- remite a la función adaptativa de los conocimientos. Esto equivale a inquirir acer– ca del tipo de orden posible de alcanzar a través de los procesos de observación. Pregun– tarse, por ejemplo. si acaso cl incremento de los logros cognitivos se relaciona con com– patibilidades con el entorno pero, en lo que respecta a los sistemas sociales, no podría afirmarse que la evolución favoreciera la construcción de conocimientos adaptativos, incluso podría ser lo contrario, como se intuye en las complejas relaciones entre los sistemas sociales y la atmósfera o el resto de la biosfera. Por eso, si entendemos la adap– tación como una adaptación a algo, ésta surgiría en construcciones de conocimiento adap– tados a un entorno proporcionado. Con ello se concluye que careciendo de condiciones para asegurar externamente la objetividad de sus conocimientos, al conocimiento sólo le queda corregirse a sí mismo (Luhmann 1999a:83). Así, más que adaptados a la realidad los sistemas están adaptados a su medio o entorno autoproporcionado: el científico para la ciencia, la fe para la religión o la afectividad para las relaciones intimas. 36

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