Ensayos sobre socioautopoiesis y epistemología constructivista

Explorando Caminos indeterminada en complejidad determinada, cada indicación activa nuevas distinciones aplicables en espacios no marcados. Esto ocurre porque, no obstante, la escisión que provocan sus operaciones y que observar consiste en aplicaciones de fonTIas que permi– ten indicar un solo lado, no hacen desaparecer su unidad con el otro, el cual queda fijado para posteriores observaciones. La realidad social (como premisas de sentido o cultura) se teje de diferencias mutuamente autorreferidas. Por ejemplo trascendencia e inmanen– cia, cielo e infierno o ángeles y demonios, saltan de un lado a otro en la interpretación de la desgracia o de la suerte. Así, conocer no es más que la aplicación de distinciones a través de operacioncs de observación que, a su vez, producen resultados (conocimientos) utilizables para el sistema que las aplica. El pa<;o siguiente es conocido: comprender que para todo lo distinguido e indicado, es decir para toda operación de observación, no existe nada en el entorno que le eonespanda. Construcción de la Realidad a través de su Conocimiento Sin duda, desde las argumentaciones constructivistas se podrían cxtremar afirma– ciones ecrcanas al solipsismo. Señalar, por ejemplo, que no existe entorno, ya que esa indicación se dcsigna aplicando una distinción desde un sistema; o partiendo del conoci– miento podrían desestimarse los sistemas, pues la distinción que los produce es, ella misma, una operación de conocimiento (Luhmann 1999a;75). Pero, finalmente tales ra– zonamientos chocarían con un mundo que no podría negarse. sin hacerlo desde una rea– lidad (13). Por eso, discusiones existenciales, de este tipo, están fuera de lugar. pues ellas se incluirían a sí mismas. y los contendores, ¡almenas uno!, debería quedar fuera de Juego. Lo cierto es que como el mundo de la realidad no puede ser considerado como un estado de cosas (Luhmann l99ge:63) y Jo que para un sistcma es su conocimiento esta construido por sus propias distinciones (Luhmann 1999b; 1 (3). todo lo que se comunica como conocimientos resulta de operaciones ciegas al entorno. Pero, no se puede conocer la realidad de ninguna otra manera. Sólo queda en cuestión la efectiva pertinencia que tiene para el conocimiento de un sistema una representación ontológica de la realidad (Luhmann 1999b:99). Pudiera ser que los conocimientos sobre la realidad no solamente no permiten sino que no necesitan sostener que no exista liada. o que fuera de los miSe mos exista algo. Lo sustancial consiste en el hecho que comunicar algo ya es un conocimiento y que éste surge desde una operación real, al pullto que ni siquiera llegarlo escapa a ello. Los temas de Ja observación y el conocimiento nos refieren al mundo de la realidad y la realidad es que los sistemas, desde sus clausuras operacionales, se reficren a sus entornos y para ello disponen como diferencia la he tero-observación y autoeobservación, incluida en sus propias operaciones. Así el conocimiento, en el sentido de construcción, se basa en que funciona en un sistema cognoscente en cerradura operativa. que no puede mantener contactos informa– tivos con el mundo circundante y para el cual todo lo que construye depende de su propia distinción entre autorreferencia y referencia externa (Luhmann 1999c; 136), dispositivo mediante el cual el contenido de sus conocimientos deja momentáneamente de corres– ponderle (14). Aunque el conocimiento, inevitablemente, será distinto al entorno, /lO podemos saber qué lamo, ya que éste no contiene las di.<;tinciones que se le aplican; simplemente es como es (... ) y allí acontece lo que acontece (Luhl1lann 1999a:74) y, aun cuando un sistema que conoce a través de sus operaciones de observación no puede contactarse informatívamente con el mundo externo, tampoco puede afirmar que éste no es como es. Lo único que requiere declararse, como irrenunciable para los constructivistas, es que

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=