Ensayos sobre socioautopoiesis y epistemología constructivista
Explorando Caminos dicho de otro modo, a la posición desde donde se cxtraen sus indicaciones. Por eso siem– pre debe exigirse precisar para cuál sistema el entorno es entorno o las cosas esas cosas. Pero los mecanismos de observación se invi~ibilizan mientras producen sus indi– caciones, esto hace realidad a las cosas (como algo externo) por eso, si bien todo lo indicado refiere a una forma de distinción, ésta no esta incluida en la misma indicación, no puede aparecer -aunque como una suerte de programa operativo no se la puede supri– mir pues, en ese caso, se regresa a lo inobservable (Luhmann 1999c: 135) (11 ). Por eso, en las operaciones de observación se borra todo rastro de cerradura, la distinción no es observable, no puede ser indicada ni como un lado de la distinción ni como el otro, carece de posición espacial o temporal, sólo existe como presupuesto de diferencias que hacen la diferencia (Luhmann 1999c: 129). El observador puede catalo– garse como lo no observable, C01110 un lente trasparente. punto ciego y condición para toda operación de observación. Estas evidentes condicionalidades son invisibles para un observador, caen en su punto ciego. Destaca Luhmann (1991) que si bien toda información se presenta como una selección dentro del campo de posibilidades prediseñado por el mismo observador, aparece en su realización como propiedad del entorno y se experimenta como externa, como un dato de la realidad. Ello se refuerza por su condensada externalización a través del lenguaje (en los sustantivos residen las fuentes de la eficacia práctica del naturalismo de muchos científicos y del conocimiento cotidiano). No es tan difícil comprender la invisibilidad de los mecanismos de observación. Los sistemas psíquicos no saben de las operaciones de sus cerebros, aunque piensan con la cabeza, tampoco los ojos ven sus retinas, ni los sistemas de comunicación saben que las comunicaciones no contactan sino comunicación (Luhmann 1998:93). Específicamente. la operación que distingue justo I injusto no se incluye como justa o injusta o la belleza I fealdad no puede testearse como bella o fea. Por eso, cuando el conocimiento es enfrentado a sí mismo se castiga con la paradoja de la unidad de su distinción -conozco qlle co/wzco·· y no puede salir de ello, sin distinciones. como la de verdadero I falso -¿forma parte de lo,\' derechos hl/manos estar en contra de los dere– chos humanos? Sólo una asimetría permite salir de que lo bueno es lo bueno. la vida es la vida o la realidad es la realidad (12). Con esta conceptualización. se entiende mejor la simultaneidad constitutiva de los sistemas con sus entornos o. dicho dc otm modo. su deri va co-evoluti va. Construyen– do diferencias que autorreferidas se constituyen bases que sirven a los sistemas cognitivos como horizontes para otras experiencias de observación. por ejemplo para partir desde otros lados. Justamente. procesan su unidad con lcferencia a diferencias que trazan con su entorno y que luego reintroducen (re-ent,,),) en el sistema y que le sirven de guías para sus futuras operaciones. Así construido. el entorno siempre es, por lo tanto, un presu– puesto para los sistemas (Luhmann 1999g: 197). Todos los enlazamientos que se originan en la comunicación de las observaciones dejan a su paso una ontología, cuya ilusión se sostiene al reiterar la aplicación de una observación o cuando éstas se encadenan, temporal o socialmente, unas a otras. Por ello. las formas de observar al modificarse en retroalimentación positiva construyen nuevas realidades o las confirmadas se condensan y sell/(//ltizall. Estas dependeneias son eviden– tes hasta para la historia de la ciencias. Como se conoce. cambiando sus paradigmas telÍricos cambian posibilidades y rendimientos, es decir, se producen revoluciones cien– tíficas (Kuhn 1971) o, en el campll religioso. al en friar el infierno y sacar al cielo de las nubes. el Sumo Pontífice Juan Pablo 11. desplom(í esos espacios del cspírilLI de los cre– yentes católicos, removiendo represcntaciones que la cristiandad ha sostenido durante siglos. Como la función del obser\'ar es producir realidades introduciendo diferencias en espacios siempre llenos de otras posibilidades. observando se transforma complejidad 33
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