Ensayos sobre socioautopoiesis y epistemología constructivista

Recursos Sistémico Constructívista tensiones que llegan a cambiar la misma cultura. El proceso contrario es suficientemente conocido. Por ello, si se toman individuos como centros de observación, no es para rescatar sus perspectivas idiosincrásicas, sino como usuarios de los medios observaciona\cs e interpretativos disponibles en el repertorio de sus comunidades. Debido a cIlo cuando se trata de muestras, en la observación de segundo orden son decididamente inteneionadas. respondiendo a criterios socioestructurales delimitados por el investigador. Actualmente una de las mayores debilidades de la estrategia investigativa sistémica! constructivista se encuentra en sus posibilidades para procesar la información compila– da. En este punto, existen grietas de implicancias muy severas. Las alternativas disponi– bles son abiertamente insatisfactorias. La reducción analítica y cuantitativa se deben deseehar por la incierta síntesis que resulta de su aplicación; y la representación testimo– nial, que en su afán de ser lo más fiel posible a [as fuentes se reduce a la mera transcrip– ción de comunicaciones orales al papel, no es científicamente admi:-ible. más allá dc material en "bruto". Un abordaje a este problema parte por precisar requisitos que deberían contar las técnicas sistémicas de procesamiento de información. Sobre estas no hay acuerdos pero, al menos, se podría decir que en lo fundamental deben trabajar selectividades reversibles y ordenamientos múltiples. En definitiva, cautelando la apertura para otras posibilidades de reprocesamientos. Algunos procedimientos, en tal sentido, pueden ser recomendados: Construcción de modelos que expresen relaciones a través de grafos, diagramas de t1ujos y modelos como los que se aplican en el diseño de sistemas inteligentes. Procedimientos inductivos para el desarrollo de modelos (etno) teóricos (vid. Glasser, B y A. Strauss, 1967). Reducciones tipológicas cualitativas (vid McKinney, 1.1972) y, la construcción de sistemas categoriales a partir del análisis de contenidos comunieacionales (vid. Krippendorff, K.1990). Con respecto a éstos últimos, pue– den ser considerados desde el análisis de discursos (Ibáñez, J. op.cit.) hasta el análisis componencia!. Por cierto, todo lo anterior debe ser complementado con indicaciones acerca de los aspectos a considerar como criterios de validación. Sobre este tema nos extendere– mos en adelante. Criterios de Validez para la Investigación de Segundo Orden La observación de segundo orden conlleva su propia selectividad. La pertinencia de sus observaciones sólo parcialmente puede ser evaluada por su concordancia con la de los observados -"las cosas son concebidas así por ustedes". Una interpretación cien– tífica también es una construcción. Para el caso de las ciencias sociales, es una pauta configurada, una explicación, un orden de experiencias ajenas hechas propias. Las explicaciones sustentadas en las observaciones de segundo orden, científica– mente encauzadas, se valoran por su conectividad con explicaciones relacionadas en un orden superior (teorías, hipótesis, etc.). Es allí donde se produce el despegue y Minerva hace su aparición. Al dejar de ser la verdad un argumento de explicabilidad, dado que ésta es contextua!. y al no poder afinnarse algo, en la exterioridad de la naturaleza, como punto de confrontación para aceptar o rechazar una explicación científica, es imperativo 21

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