Ensayos sobre socioautopoiesis y epistemología constructivista

Teoría de la Aulopoíesis pese a que ambos complejos tengan otras posibilidades de definir su estado. Por lo tanto, comunicar-se significa limitar-se (poner límites a uno mismo y al otro)" (op.cit, 60). Tales límites se expresan debido a que la comunicación representa una síntesis de tres selecciones: información, notificación y comprensión o entendimiento. Sobre la base de tales selecciones se tiene que concluir que cada una de ellas resulla altamente contingen– te, pero ¿será efectiva a la hora de regular los límites? Pensamos que las ideas de Luhmann al respecto son ambiguas. ¿Son las comunicaciones el componente autopoietico de los sistemas sociales? Esta pregunta se vincula directamente con el problema del individuo, agcnte o actor. ¡.Cómo podría una organización, por ejemplo, producir comunicaciones sistémicas, ha– cia adentro y hacia fuera por sí misma, sin el concurso explícito del agente? Inclusivc atacando el tema desde una óptica más abstracta, ¿cómo analizar las comunicaciones sin remitirnos a su fonna en términos de actos de habla, por ejemplo, y no a meras formas de selección (que, nuevamente, describen genéricamente la modalidad de un proceso, pero no explican nada del contenido empírico del proceso puesto que es un "abstracto")? Sí el sentido es un medio en el que operan los sistemas sociales, que permite experienciar y seleccionar lo que pasa en el entorno, sus eventos, ¿cómo explicar el rol del liderazgo o los equipos de trabajo en el complejo empresa? ¿cómo explicar la dife– renciación intraindustrial en mercados transparentes o "maduros"'? Aquí la pregunta empírica es muy simple: hasta que punto el papel del individuo en las organizaciones refuta este modelo y, a un nivel mayor, hasta que punto la historia de las organizaciones en la historia de los países refuta esta premisa. Dicho de otro modo, la asimetría total que plantea Luhmann también implica un rechazo a cualquier estratificación sistémica o de sistemas sociales al interior de la sociedad. Esta tesis es tan evidentemente anti-empírica que no vemos razón alguna para comentarla. El postulado de la desontologización de la teoría es atractivo porque "inventa realidad" y potencia la búsqueda de equivalentes fun– cionales, pero otra cosa es demostrar que esa realidad es algo distinto a un cuento de hadas. En la visión sistémica de Luhmann la comunicación es una comunicación sin sujetos, ya que éstos se encuentran en el entorno del sistema, en este caso, en el entorno del sistema de interacción. Los individuos no comunican, sino que piensan, es la socie– dad la que comunica (y no piensa). La comunicación es por tanto la que constituye los sistemas sociales. Esto no significa pensar la sociedad sin individuos, lo que es absurdo. Luhmannjamás afirmó que el individuo halla desaparecido de la realidad social: sucede, simplemente, que lo ubicó en el entorno de los sistemas sociales. Las consecuencias de esa tesis para el análisis de los sistemas interactivos son varias. En breve, si seguimos afirmando con el autor que el sistema de interacción está compuesto por comunicaciones, deducimos que tal sistema es inestable, intcrmitente, sin memoria o registro sistémico, etc. Se entiende la opción de Luhmann, sobre todo si concordamos con que la teoría del autor es una teoría cuya complejidad va desde la base hacia arriba, siendo el nivel basal el más complejo y, por ende, el más indeterminado. Pero, por el contrario, si pensamos que son las estructuras de expectativ?s el elemento reproductor o autopoiético de los sistemas sociales, los sistemas de interacción tenderán a ser caracterizados con altos grados de estabi lidad, orden, teleología y memoria; lo cuaL por otra parte, podría ser más congruente con la evidencia empírica (las relaciones amo– rosas, por ejemplo, poseen patrones bastante estables). La opción de Luhmann por elegir a las comunicaciones como componentes del sistema social tiene su fundamento en tres importantes conceptos: interpenetración, co– municación y doble contingencia. El ser humano no es quien comunica (entendiendo al ser humano como sistema psíquico y orgánico) sino el sistema social. La necesidad de explicar la sociedad sin referencia al sujeto es ciertamente revolucionaria, pues permite desantropologizar a la 132

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