Sectores: fenomenología de la vida social de un grupo de pacientes internados en un sector del Hospital Psiquiátrico de Santiago

puedan presentar algunas, existe una serie de prácticas o "arreglos" más complejos. "[ . .] una serie de prácticas, que suponen una conciencia bastante más alerta al.funcionamiento legítimamente autorizado de ese mun– do. El espíritu de la actividad legítima puede mantenerse aquí, pero se lleva más allá de la meta a la que apuntaba intencionalmente. Comprobaremos que se amplían y complican las fuentes anteriores de legítima satisfacción, o que se explota para fines privados una ruti– na entera de actividad oficial Hablaré, pues, de la "explotación" del sistema" 104 . En el sector, la gama de posibilidades de explotación del sistema es tan variada que prácticamente compromete toda la vida social, desde los médicos hasta el paciente de menos status, y algunas formas de explota– ción llegan a ser tan complejas que los pacientes que las realizan pueden ser considerados una especie de expertos en el manejo de la sociedad del sector. Tenemos que algunos pacientes hacen una "crisis" en las oportuni– dades precisas para que los médicos les incluyan en la lista de pacientes para ver éste o al día siguiente, con la sola finalidad de poder ufanarse de que ha sido visto por el médico y que por lo tanto es más importante que aquel paciente que no es visto desde hace dos o más meses. La gama de recursos que se pueden utilizar en la entrevista médica para obtener un permiso de salida por un día o un fin de semana exige de algunos pacientes una atenta actuación, en ocasiones durante varios días, como asimismo un gran conocimiento del médico y la psicopatología con el sólo fin de obtener una salida que le permita proveerse afuera de algunas drogas que le harán más llevadera la permanencia en el sector. En ocasio– nes este interno sale con una serie de encargos más o menos delicados que le permitirán ganar alguna comisión de los pacientes menos afortunados en sus intentos de salir. Otro paciente se felicitaba de poder manejar a su antojo la extensión de la entrevista con su psiquiatra pues, como este último le ofrecía cigarrillos durante la sesión, trataba de prolongar este placer lo más posible mediante el sencillo expediente de comunicar algún detalle interesante de su patología -verdadero o inventado- cuando pre– sentía que la entrevista se acercaba a su fin. Otro, mediante un complicado 104 E. Goffm;m, op. cit., p. 218. 83

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