Sectores: fenomenología de la vida social de un grupo de pacientes internados en un sector del Hospital Psiquiátrico de Santiago
con alguna especificidad acerca de la naturaleza de algún grupo de sus miembros. En nuestro caso particular, la serie de expectativas acerca de la conducta de los enfermos mentales, expectativas que se concretan en acciones especificas, o en condiciones particulares de vida para tales pa– cientes, se sustentan en una serie de supuestos acerca de la "naturaleza de la locura" o el "carácter del loco". Podemos presumir, entonces, que si examinamos estas acciones específicas y condiciones de vida, podremos tener un acercamiento o una descripción de tal "naturaleza". De manera muy somera, en este momento tenemos suficientes datos como para presumir que este "carácter" se centra fundamentalmente en torno a la diferencia o inferforidad. De modo general no es necesario insis– tir en lo que hemos descrito con anterioridad, baste señalar sólo algunos hechos o agregar algunos datos que permitan completar una visión que sugiera el punto a que nos referimos. Las relaciones entre personal y pacientes, que configuran dos clases de personas que marcan los polos opuestos: negativo y positivo, menor y mayor, cuidado y cuidador, son puntos de insistencia en esta diferencia. Demás está insistir en que esta diferencia presume la inferioridad del interno. El interno aparece como la encarnación del menoscabo de las características humanas de las cuales es poseedor el personal. Inmoralidad o falta de control de los instintos, como quiera que se le llame y esté o no justificado por teorías psiquiátri– cas; peligroso o agresivo o, si se quiere, instintivo; irresponsable o menor de edad psicológicamente; perezoso o dejado, etc. La cita que ponemos a continuación resume con bastante precisión lo que queremos expresar: "Transformar el asilo en hospital, la locura en enfermedad mental, no hace más que garantizar la inferioridad de/loco suministrandopretex– tos y sutilidades suplementarias a su expresión. No es por azar por lo que la jerga psicológica llama "deterioro': "déficit': "inmadurez", "alte– ración", etc. a ciertos aspectos del estado patológiro" 96 • El hecho de que los pacientes sean diferentes o inferiores se extiende a sus objetos personales o pequeñas propiedades, que adquieren de esta manera a los ojos del personal la apariencia de despreciables, de escaso o nulo valor y deleznables. Podríamos abundar en ejemplos, desde las ropas 96 H. Heyward y M . Varigas,Anti-psiquiatría. Madrid: Editorial fundamentos, 1972, p. 131. 75
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