Sectores: fenomenología de la vida social de un grupo de pacientes internados en un sector del Hospital Psiquiátrico de Santiago
las relaciones humanas por la materia como otro momento. El que un momento sea entendido como el primero o el segundo, depende de la elección que uno hace delpunto de partida, pues la dialéctica es siempre una espira/" 56 . Esto quiere decir que un hombre permanentemente está objetivándo– se en el mundo, dicho de otro modo, está siempre imprimiéf.idose en la materialidad; de ahí surge la totalización en proceso que es él. Pero esta objetivación de sí mismo escapa siempre a su control y entra en la de otro, así el otro puede interpretar sus acciones con un significado muy distinto del que él pretende imprimirle. Cada uno produce libremente una impre– sión de sí mismo en el mundo, en las condiciones dadas, pero este acto libre produce una objetivación por la cual el otro, mediante su libertad, limita la del primero. De modo análogo se produce lo inverso, mediante su libertad él limita la del otro. Sin embargo, con lo expuesto hasta aquí no se agota el concepto de dialéctica; hasta ahora hemos delineado lo que se puede llamar una unificación unificada, es decir, el objeto conocido, la realidad humana in– ter-subjetiva, que en su desarrollo es dialéctica, o si se quiere, dialéctica constituida. Se debe implicar un segundo momento de unificación, la unificación unificante, es decir, el acto de conocer, o si se quiere, la dialéc– tica constitutiva. Ambas unificaciones constituyen cada una un momento de la dialéctica misma y hacen patente la unidad que constituye la reali– dad humana como historicidad y conocimiento. "La experiencia critica se encuentra dentro de una totalización, es a la vez acto totalizante y su propia totalización; la multiplicidad se encuentra en camino de sintetizarse en un objeto unificado. El acto de totalización no puede ser autónomo de aquello que totaliza, ni exterior a ello, Es un verdadero momento de la totalización en marcha, en la medida en que ésta se encuentra encarnada en todas sus partes y se capta como cono– cimiento sintético de sí misma. La experienCia crítica de la dialéctica en acción, es pues, una experiencia de juego dialéctico recíproco del acto de sintetizar y de la síntesis así constituida, del vínculo inseparable entre la totalización creada y el acto de su creación. De tal modo, la experiencia de la razón dialéctica entre el conocedor y lo conocido es a su vez una experiencia dialéctica" 57 • 56 R. Laing y D. Cooper, Razón y violencia. Buenos Aires: Paidos, 1972, p. 95. 57 ldem., p. 87. 51
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