Sectores: fenomenología de la vida social de un grupo de pacientes internados en un sector del Hospital Psiquiátrico de Santiago

transformación de la realidad psiquiátrica pasa por un cambio ajeno a la práctica privada: el del hospital psiquiátrico" 13 • Para E. Goffman, toda conducta que acontece en un campo en el cual están comprometidas cara a cara dos o más personas, es una con– ducta comunicativa y esta comunicación no persigue otra finalidad que la de definir una situación común para los interactuantes. Tal definición de la situación social, que se promueve en cada interacción, puede ser abordada y comprendida principalmente en términos de roles, estatus y expectativas. En nuestra sociedad, estructurada a base de grupos sociales cada vez más complejos e incluyentes, cada sujeto ocupa un lugar, una posición; en este sentido, basta pertenecer a una familia concreta para que a un - individuo se le puedan adscribir conductas, actitudes, sentimientos, pro– cedimientos y motivos ~n su desenvolvimiento con respecto de otras personas o grupos cada vez más extensos, hasta llegar a la categoría más amplia de "humanidad". Así, ocurre que el modo de hacer, pensar, sentir y ser de una persona responde a las expectativas y condiciones de la socie– dad, representada a través de determinados grupos mediadores tales como la familia, la escuela, los grupos de trabajo, la iglesia, los hospitales psi– quiátricos, etc. Las conductas de un individuo están normadas explícita o implícitamente, y cabe esperar que cualquier transgresión de tales normas sea sancionada no solamente por el grupo inmediato en que ocurrió la transgresión (por ejemplo, la familia), sino también por el conglomerado social en su totalidad (esto explica la función social de las instituciones carcelarias, por ejemplo). Existe siempre, entonces, una dimensión moral en toda conducta, el hombre se mueve en un espacio normativo que define lo que puede considerarse natural, antinatural o sobrenatural; real o irreal; normal o patológico; interno o externo. Si un hombre considera real lo que debiera verse como irreal, o natural lo antinatural o viceversa, y si defiende su posición con argumentos que se tienen por anómalos o no razona de manera adecuada, lo más probable es que se lo pueda rotular de "enfermo mental". Los psiquiatras, psicólogos y demás profesionales de la salud mental han sido designados como expertos de la sociedad en el examen de aquéllos que quebrantan las normas, y en el establecimiento de si acaso las normas quebrantadas permiten calificarles de "enfermos mentales". Cuando ocurren incorrecciones tales como gesticulación amanerada o 13 W. R. Grimson, op. cit., p. 38. 30

RkJQdWJsaXNoZXIy Mzc3MTg=