Sectores: fenomenología de la vida social de un grupo de pacientes internados en un sector del Hospital Psiquiátrico de Santiago

No es sino hasta el presente siglo, desde aproximadamente 1940, que el enfoque de dichos autores y las prácticas derivadas de éste son pues– tas en tela de juicio por diversos pensadores contemporáneos: M. Jones, R. Laing, D. Cooper, A. Esterson, F. Basaglia, W . Grimson, E. Goffman, M. Foucault, T. Szasz, por nombrar a los más relevantes. Todos ellos se han dedicado a estudiar, tanto a nivel teórico como a través de expe– riencias reales, el fenómeno de la enfermedad mental en conexión con la institución psiquiátrica, dando origen a una crítica y un cuestionamiento radical del modus operandi vigente en la práctica clínica tradicional. Los aportes de éstos y muchos otros autores van configurando el esbozo de una nueva revolución en el ámbito de la psiquiatría. Desde esta nueva perspectiva, la liberación atribuida a Tuke y Pinel aparece como una mera disminución de la violencia física en el tratamiento de la enfer– medad mental; en cierta forma, la benevolencia y el "trato humanitario" propugnados por los fundadores del asilo para enfermos mentales aparece en la actualidad como una forma más intrincada y sutil de "invalidación y exclusión social"\ a través de la cual un cuerpo de especialistas provoca alteraciones profundas en la identidad del individuo recluido en una ins– titución determinada. De esta manera, el estudio de la enfermedad mental es trasladado desde un contexto teórico médico-psiquiátrico a un contexto psicosocial, en el cual el fenómeno es abordado desde una pe·rspectiva institucional, considerando las organizaciones, status, roles, jerarquías, valores, fun– ciones y necesidades sociales que intervienen en el enfrentamiento a la enfermedad. Una revisión crítica de la perspectiva psiquiátrica tradicional, a través de los aportes recientes de lo que podríamos denominar, desde ya, el "en– foque psicosocial" de la enfermedad mental, hace imperiosa una revisión del significado último que el hospital para enfermos mentales posee para los individuos que permanecen, voluntaria o involuntariamente, entre sus límites; se vuelve necesario estudiar las condiciones generales y caracte– rísticas particulares del mismo; las pautas de interacción que típicamente surgen entre sus diversos miembros; los roles y expectativas que esta mi– crosociedad genera; por último, en un sentido amplio, se hace necesario describir en forma rigurosa todo el bagaje de actitudes y valores, todo el cúmulo de sentimientos y acciones recíprocas que conforman esta especie de subcultura existente dentro de un recinto hospitalario. 4 D. Cooper, Psiquiatría y Antipsiquiatría. Buenos Aires: Paidós, 1974, p. 10. 23

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