Salud mental y contrainstitución
vacío y la falta de aquel sujeto sobre el cual se depositaba el saber. Una vez que la comunidad pierde esta figura y tras un período de receso, logra encontrarse con el saber en tanto grupo, en la medida en que alcanza una organización, líderes y necesidades propias. De esta manera consiguieron revalidar su existencia como institución dentro del consultorio, con su propia directiva y sus propias tareas. Es en este segundo momento cuando logran identificar un origen institucional que ejercía influencia sobre sus vidas: la administración de la salud como propia fuente desprotectora de salud. El uso de un espacio canalizador de las demandas de los usuario&, gobernado por ellos y que comenzó a tomar fuerza entre los pacientes, tal vez fue un modo de dar respuestas a sus estados de policonsultantes, un espacio de descargas conflictivas que de otra manera serían material de expresión psicosomático. Es posible que esta instancia sanadora y liberadora dada por el Grupo Renacer haya sido valorada por los médicos, quienes convocaban a formar parte de esta instancia a gran parte de los pacientes de los programas de salud mental o con problemas psicosomáticos. Producto de ello, se suscitó un número de integrantes sin precedentes. Casi una centena de usuarios era participante de algunas de las actividades de Renacer, trayendo consigo los ya comentados problemas de espacio. De algún modo los médicos atiborraron a un grupo sin hacerse cargo de esta engorda. Este atestado grupo comenzó a ser lentamente marginado en los horarios y espacios, coincidiendo con la opinión de funcionarios y directivos que este grupo se estaría tomando atribuciones que no estaban acordadas en los que "se esperaría de un grupo de promoción de salud", y lo más explícito era que "se trataba de un grupo demasiado grande", por lo que no hay espacio para ellos en las dependencias del Consultorio. Finalmente, el grupo comenzó a realizar sus actividades en dependencias de la parroquia colindante al CESFAJl.1. La dirección se encargó personalmente de solicitar a la parroquia vecina el patio para dicha actividad. El diario mural fue desmontado porque se privilegió otra información "más importante" (como la campaña de invierno), y las reuniones acabaron por realizarse en la misma parroquia, de manera que la agrupación comenzó a invisibilizarse para el resto de la comunidad del consultorio. Tanto profesionales como usuarios no agrupados ignoraban si esta agrupación seguía o no existiendo. La salud de los enfermos En primer lugar, se observa en este caso una particular visión del paciente que vale la pena destacar. Propio de un contexto tradicional de salud, en donde los usuarios son siempre enfermos, pasivos, con poca opinión en términos de su tratamiento, la dinámica aquí relatada expresa una representación de la enferme– dad todavía fuertemente asociada a la fisiología y a la responsabilidad individual 98
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